Hace apenas un par de días, Tom Wheeler, presidente de la FCC, anunciaba a través de un post en Recode que era hora de desbloquear el mercado de Set-Top Box (las cajas que sirven de intermediarias entre la señal de los operadores de TV de paga y el televisor, que por aquí conocemos como decodificadores) en Estados Unidos. La idea, según se señala en la página de la FCC es dotar a los consumidores de más opciones en el mercado de video.
Y es que, según explica, actualmente el 99% de los suscriptores de televisión de pago alquilan set-top boxes de sus proveedores de TV de paga, lo cual les genera un pago anual de alrededor de US$ 231, porque, según señala Wheeler, no tienen alternativas relevantes. En ese sentido, Wheeler señala su propuesta busca «derribar las barreras que actualmente impiden a los innovadores el desarrollo de nuevas formas de acceder y disfrutar de nuestros programas y películas favoritas.»
Con ello, no solo se estaría buscando que los consumidores tengan más opciones para acceder a la televisión, sino que también buscan que los consumidores tengan la opción de ver la programación diversa e independiente. Todo ello justificado en el hecho de que, en efecto, el mercado de consumo de vídeo está cambiando, y han surgido nuevas formas para que los consumidores accedan a distinta programación (como Netflix, Hulu, etc.).
Así, según señala Wheeler, quieren fomentar una mayor elección de los consumidores y aumentar la diversidad mediante la eliminación o reducción de los obstáculos experimentados por los programadores, especialmente los pequeños programadores y los nuevos participantes, para llegar a los consumidores.
Sin duda esto abriría nuevas puertas para compañías del mundo tecnológico que ya vienen desarrollando aparatos para consumo de video conectado al televisor, pero que no sirven como decodificadores de señal, como Amazon, Apple con su Apple TV, o Google, que ha desarrollado una versión de Android para televisores, y la gran variedad de televisores inteligente que existen ahora en el mercado. Y es que a través de dispositivos como esos, se podría acceder al contenido de TV de los operadores, sin depender directamente de los set-up box de estos últimos.
Por supuesto, esta medida no gustaría mucho a los operadores de TV de paga en Estados Unidos, ya que, como señalan en Appleinsider, los operadores de TV de paga se preocuparían no solo porque perderían los ingresos que ahora obtienen por el alquiler de los set-up box, sino que potencialmente también perderían el control directo que tienen sobre la relación con los consumidores.