Canadá ha reconocido al acceso a Internet de alta velocidad como un «servicio básico de telecomunicaciones» al cual todos los ciudadanos deben tener acceso. Anteriormente, sólo los servicios de telefonía fija habían recibido esta designación del regulador nacional de telecomunicaciones de este país, la CRTC, y este cambio está respaldado por un paquete de inversión del gobierno de hasta 750 millones de dólares para otorgar conectividad a las áreas rurales.
«El futuro de nuestra economía, nuestra prosperidad y nuestra sociedad -de hecho, el futuro de cada ciudadano- nos obliga a fijar metas ambiciosas y continuar con el objetivo de conectividad para todos los canadienses en el siglo XXI«, dijo el presidente de la CRTC, Jean-Pierre Blais, agregó también «Estos objetivos son ambiciosos, no serán fáciles de lograr y costarán dinero, pero no tenemos otra opción«.
Como parte de declarar la banda ancha como un servicio «básico» o esencial, la CRTC también ha establecido nuevos objetivos en lo referente a la velocidad de descarga y carga (subida). Para los servicios de banda ancha fija, todos los ciudadanos deben tener la opción de datos ilimitados con velocidades de al menos 50 Mbps de descarga y 10 Mbps de carga – un aumento de diez veces de los objetivos anteriores establecidos en 2011-. Los objetivos de cobertura móvil son menos ambiciosos y simplemente exigen «el acceso a la última tecnología móvil inalámbrica» en las ciudades y en los principales corredores de transporte.
La CRTC estima que aproximadamente dos millones de hogares canadienses, o el 18 por ciento de la población, no tienen actualmente acceso a la velocidad objetivo planteada. El fondo gubernamental de $ 750 millones ayudará a pagar por la infraestructura para remediar esta carencia. El dinero se distribuirá en cinco años, y la CRTC espera que el 90 por ciento de los canadienses acceda a las nuevas velocidades para 2021.
El nuevo plan digital también aborda los problemas de accesibilidad, con el mandato de la CRTC de que los proveedores de servicios inalámbricos tendrán que ofrecer plataformas que aborden las necesidades de las personas con discapacidades auditivas o del habla en un plazo de seis meses. Blais dijo que esta línea de tiempo era necesaria, ya que el país «no puede depender de las fuerzas del mercado para abordar estos temas».
Fuente: The verge