El Washington Post publicó hace unos días la historia de un gamer llamado Danny Izquierdo. Tiene 22 años y, aunque salió de la universidad, aún no tiene un trabajo a tiempo completo y se la pasa entre sus empleos part-time y sus videojuegos.
Danny es uno de los tantos hombres jóvenes (principalmente sin educación) que prefieren una vida con trabajos que le dan lo suficiente para vivir y tiempo para dedicar a los juegos de video. De hecho, el estudio explica que el porcentaje de jóvenes desempleados que dijeron ser «muy felices» subió del 81% al 88% en los últimos 15 años.
Pero lo que suena bien para ellos, puede ser un problema según especialistas estadounidenses. Esto, luego de que Eruk Hurst, economista de la Universidad de Chicago, explicara que «este grupo de jóvenes es más feliz a pesar de que el porcentaje de empleados ha bajado, además el porcentaje de gente viviendo con sus padres ha incrementado«.
A él se suman otros especialistas del área que comentan el hecho como un problema para el futuro, teniendo en cuenta que el indicador de desempleo sigue aumentando por voluntad propia.
Fuente: sonar.cl