- Con el concepto energía prepago, las empresas de servicios públicos pueden entregar un oferta ceñida al presupuesto de sus usuarios y optimizar la respuesta a la demanda, al mismo tiempo, que disminuye el nivel de cartera morosa e incobrable de sus clientes y los casos de conexiones no autorizadas a la red.
Con el objetivo de cumplir con los programas de conservación de los recursos y optimizar las condiciones de sus usuarios, específicamente del segmento con capacidades socioeconómicas bajas, las empresas proveedoras del servicio ofrecen al mercado energía prepago, una alternativa que se ajusta a la disponibilidad económica de sus clientes, quienes necesitan del servicio de energía, pero no tienen la solvencia suficiente para responder por un cargo fijo, ni por el pago de facturas con altos consumos.
En esencia, el sistema de energía prepago funciona de forma similar a las recargas del celular. Los usuarios pueden acercarse a los centros de pago o recaudo habilitados por la empresa proveedora de servicios, para comprar de manera anticipada la cantidad de kilovatios que necesitan, la cual puede variar de acuerdo a su capacidad adquisitiva y a su estrato socioeconómico. Gracias a esta alternativa, los clientes residenciales controlan sus consumos y evitan suspensiones del servicio por falta de pago y altos costos de reconexión.
Las empresas de energía utilizan dos tipos de medidores prepago, el primero con una comunicación robusta, donde el equipo puede ser recargado con tarjetas inteligentes o con códigos de seguridad (PIN), el segundo, con una comunicación liviana, basada en tecnología AMI (Advanced Meter Infraestructure) donde las recargas se realizan de manera remota.
“En la siguiente década, alrededor del mundo, el servicio de energía será el próximo mercado en crecimiento para la oferta de alternativas prepago, con una inversión de $11,4 billones de dólares en medidores prepago”, según el estudio publicado por Northeast Group, LLC. Para Open International, por esta razón, las empresas de energía tienen el desafío de aumentar su cobertura y legalizar el servicio de energía, eliminando las conexiones o reconexiones fraudulentas, que no solo son consideradas un delito por la ley y ponen en riesgo la vida de las personas que las realizan, sino que también generan grandes pérdidas económicas.
Adicionalmente esta alternativa, le permite al usuario ponerse al día con sus deudas y obligaciones anteriormente adquiridas con la empresa de energía, al contar con la posibilidad de destinar un porcentaje del dinero de la recarga a la amortización de su deuda, lo que favorece al saneamiento de la cartera morosa del proveedor de servicios.
Por último, para Open International el servicio de energía prepago también contribuye con el cuidado del medio ambiente, al generar en los usuarios una cultura de autocontrol con conciencia sobre el uso racional del recurso, lo cual le ayuda a las empresas a cumplir con los requerimientos de ley, relacionados con los programas de conservación. Se estima que con esta alternativa se logra una disminución de los consumos promedios alrededor del 12%, cifra revelada en el artículo académico Contemporary Economic Policy de Western Economic Association International.
Para implementar con éxito la alternativa de energía prepago, los proveedores del servicio deben contar con soluciones tecnológicas que faciliten los modelos de comercialización de la energía en diferentes tarifas, recarga del servicio, control de consumos, negociación de deuda, generación de información en tiempo real del consumo y uso de la energía, así como, operaciones de conexión y desconexión del servicio. Como es el caso de EnergyCIS de Open International en: www.openintl.com