- Las amenazas y extorsiones, la difusión de información sin consentimiento, o la censura en medios online contra las mujeres, no deben entenderse como algo separado de lo que puede ocurrir en los demás ámbitos de la vida.
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, comparte información de interés para abordar el problema de la violencia contra las mujeres mediante el uso de la tecnología. En este sentido, acerca un proyecto de campaña global Take Back The Tech!, en donde se explica las 3 formas de violencia más comunes. A continuación, se brinda un resumen:
Chantaje: ocurre cuando amenaza con revelar información difamatoria o perjudicial sobre una persona si no se paga un determinado precio. En muchos casos el pago no es monetario, sino que puede incluir favores sexuales o control emocional sobre la persona afectada. Un caso especial es el de la porno venganza: cuando alguien publica contenido como fotos o videos sin el consentimiento de la afectada, ya sea para provocar humillación o vender el contenido a terceros. No se debe estigmatizar la práctica del sexting, violar esa intimidad es un delito, y las denuncias deben ser tomadas con seriedad; no se deben aceptar frases como: “es tu culpa” o “tú te lo buscaste”. Sí debemos, de todos modos, saber que existen riesgos y considerar la seguridad en su práctica.
Ciberacoso: tiene que ver con el hostigamiento, humillación e injurias sufridas a través del uso de medios digitales. Comprende la suplantación de la identidad, creación de perfiles falsos online, e incluso la vigilancia a través de spyware o acceso a los perfiles de redes sociales. En muchos casos los atacantes se escudan detrás del anonimato e incitan su campaña de odio mediante el uso de hashtags y publicaciones para que sean compartidas por grupos de personas. Es conveniente bloquear al acosador e intentar cortar las vías de comunicación de inmediato. En el caso de que siga sucediendo se debe guardar copias de las comunicaciones, no borrarlas. Esto servirá de soporte para el siguiente paso: acudir a las autoridades. Debido al aumento de los casos y a que cada vez más mujeres han alzado la voz, la legislación está cambiando para contemplar y dar atención a estos casos.
Discurso de odio: cualquier expresión que trivializa, glorifica o incita a la violencia basada en el género. No debe confundirse con la libertad de expresión, que es un derecho universal, pero que tiene limitaciones en tanto entra en contacto con otros derechos. En la mayoría de los países, el discurso de odio está prohibido cuando incita a la violencia o acciones perjudiciales contra otras personas. Uno de los escenarios que más se repite tiene que ver con el discurso de odio contra periodistas mujeres; sobre todo cuando se abordan temas históricamente dominados por hombres, como deportes, juegos o política.
“De acuerdo con un estudio con datos de entre 2012 y 2014, el 41% de los casos de violencia contra las mujeres en línea fue perpetrado por alguien conocido. Por ello es fundamental no ver a la violencia en línea como un fenómeno separado, sino como un caso más de violencia de género: muchos casos de acoso virtual se generan en un contexto de violencia doméstica.”, mencionó Matías Porolli, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.
Para finalizar ESET acerca algunas recomendaciones de seguridad tecnológica:
- Utilizar contraseñas seguras, y no emplear la misma en varios sitios.
- No caer en los ataques de phishing. No ingresar credenciales o datos personales en sitio que generen desconfianza, ni hacer clic en enlaces que vienen de correos electrónicos falsoso mensajes extraños en redes sociales.
- Es importante activar la verificación en dos pasos para el acceso a los correos o redes sociales, para recibir un código especial cada vez que se quiera entrar desde un dispositivo no reconocido.
- Si se envía información sensible o confidencial, hay que evitar hacerlo desde redes públicas; especialmente de las redes abiertas, de bares o cafés. Las redes hogareñas o las de 3G o 4G de los proveedores de telefonía, son más seguras. También hay que asegurarse de navegar por sitios seguros y confiables, que utilicen https. Se reconocen por el candadito verde, también se puede usar una extensión del navegador como HTTPS Everywhere.
- En cuanto a dispositivos móviles, se recomienda utilizar un PIN o código de bloqueo para evitar el acceso físico al dispositivo.
- Utilizar el cifrado de la información. Así, las fotos, videos y demás contenidos del teléfono no serán accesibles sin la contraseña.
- Si se necesita borrar información, tener en cuenta que a veces no es suficiente con borrarla del dispositivo. En algunos casos la información sube automáticamente a la nube, y también es necesario borrarla ahí.
- Utilizar software antivirus. Cualquiera, que sea bueno y conocido.
- Si se realiza sexting, es importante tener en cuenta que las aplicaciones de mensajería como WhatsApp cifran los mensajes de extremo a extremo, pero una vez que se envió, el contenido no se borra. Snapchat permite el uso de publicaciones efímeras que sí se borran al cabo de un tiempo, pero nada evita que alguien pueda tomar un screenshot de la pantalla. Por ello, la aplicación más segura es Confide, que elimina los mensajes no sólo de los dispositivos, sino también de los servidores una vez que han sido vistos, y bloquea los intentos de captura de pantalla. Además, permite registrarse con un correo electrónico, sin necesidad de ingresar nuestro número de teléfono, el cual es confidencial.
Para acceder a más información en materia de seguridad informática visite nuestro portal: https://www.welivesecurity.com/la-es/