Con motivo del Día del Padre, Ford Perú desea ayudarlos a facilitar su labor familiar con algunos consejos basados en la tecnología presente en los modelos de la marca del óvalo azul y un poco de ingenio. Los vehículos pueden ser algo más que una herramienta de transporte, logrando que cada desplazamiento se transforme en una experiencia de conducción agradable y entretenida para los más pequeños. A partir de ahora descubrirán que, si la carretera se alargara cien kilómetros, ¡no habría ningún problema!
Aprovechando el espacio
Más allá de temas mecánicos y de seguridad, cuando tienes un hijo lo primero que buscas es un vehículo que te simplifique la vida, para lo cual es clave contar con el espacio adecuado. Un bebé viaja con un sinfín de accesorios: el cochecito, bolso con pañales, biberones, un par de mudas de ropa y todos los “por-si-acasos. No hay ningún otro ser vivo en el universo que demande tanto espacio siendo tan pequeño. Y a ello hay que sumarle el equipaje de los padres y hermanos mayores.
Modelos como New Ford Explorer o All New Ford Expedition, que poseen tres filas de asientos, ofrecen un espacio en la cabina y maletero sencillamente perfecto. Si es bien aprovechado, éste puede servir más que para guardar equipaje: Por ejemplo, al plegar el asiento intermedio de la parte trasera se logra una superficie plana donde sería fácil preparar un biberón, extender el mudador o colocar el tablero de algún juego para niños.
Otra opción es llevar un organizador de asiento donde se puedan colocar los juguetes o libros de los niños. También aplica para tener a la mano los pañales o la leche y así evitar abrir el maletero a cada rato. Asimismo, si cupiera la posibilidad de abatir todos los asientos, se obtendría un gran espacio en el que es posible instalar una alfombra de juegos e incluso estirar un colchón inflable para una siesta durante un trayecto largo.
El auto, esa terapia del sueño
Todos conocemos a alguien que, desesperado ante un llanto inconsolable, se puso a manejar dando vueltas a la manzana para dormir a un niño. En la situación que sea, definitivamente el ronroneo del motor adormece a los niños. El control de velocidad crucero es ideal para evitar aceleraciones bruscas que despierten nuevamente a los pequeños. Activando esta función, podrás disfrutar más rápido del maravilloso silencio.
Mientras el niño va quedándose dormido, es preferible desconectar unos minutos el sistema Auto Start-Stop, que apaga el motor al detener la marcha brevemente. Imagina la escena: después de un largo llanto, el bebé paró de llorar en cuanto encendiste el motor de tu Ford. Vas muy a gusto cantando tu canción favorita hasta que se desata nuevamente el llanto, porque claro, dejó de sentir la vibración. Para estos casos podría ser muy útil esperar que el pequeño se duerma profundamente antes de activar esta función.
Sacándole partido al USB
Los puertos USB de los vehículos Ford son los mejores amigos para viajes largos, sobre todo gracias a su combinación con el sistema SYNC®3, tecnología que permite usar el teléfono mediante controles de voz. Al conectar el smartphone al puerto USB, es posible escuchar música y a la vez, cargar la batería del dispositivo. Otra opción es utilizar servicios de música como Spotify, donde hay innumerables listas de reproducción de música para bebés, bandas sonoras de películas animadas y otros hits infantiles.
Pero si el uso del puerto frontal de USB es muy útil, el que está detrás de los asientos delanteros, en modelos como New Ford Explorer, ¡es lo máximo! Ahí se puede instalar una tablet para que los niños vayan viendo películas o dibujos animados, sin temor a que se acabe la batería. Además, es importante recordar que ahí también es posible enchufar calentadores de agua o mamaderas.
Y sobre todo… disfrutar del viaje
Con Ford y todos estos consejos podrás estar preparado para lanzarte a la aventura sabiendo que toda la familia va a disfrutar del viaje. Lo que nunca puede quedar fuera son las ganas de pasarla bien conduciendo, escuchar música, parar por un café en medio del trayecto y cruzar miradas con tus hijos por el espejo retrovisor. ¡El camino es tan importante como la meta!