La innovación es esencial para impulsar ecosistemas empresariales que contribuyan al aumento de la productividad y a un crecimiento sostenido a medio y largo plazo. Para ello, es necesario generar grandes consensos políticos que incluyan a todos los sectores sociales y que promuevan medidas eficientes e independientes de las coyunturas políticas de los países.
Estas son las conclusiones centrales de la segunda jornada de la Conferencia CAF, que reunió en Bogotá a más de 500 expertos para debatir cómo puede América Latina mejorar sus niveles de productividad y, con ello, lograr un crecimiento incusivo y sostenido.
Los principales focos del debate giraron entorno al papel que empresas, gobiernos y academia deberían jugar para incentivar procesos de innovación permanentes.
Para Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad de Colombia, es necesario convencer a las empresas de que la innovación es el camino, aunque reconoció que en ocasiones los ecosistemas no favorecen que se dé todo lo que tiene que darse para que la innovación se instale en procesos sistemáticos.
Por su parte, Stuart Martin, presidente de Catapult Satelite Applications, compañía independiente de tecnología e innovación del Reino Unido, destacó la importancia de gestionar eficientemente el conocimiento científico disponible para desatar procesos innovadores que sean viables. “Cuando la innovación y el conocimiento trabajan juntos el impacto puede ser muy positivo”, aseguró.
Los expertos también coincidieron en que los países de la región deben trabajan en generar los consensos necesarios para crear agendas permanentes que derive en acuerdos de todos los actores sociales, políticos y económicos.
“Para aumentar la productividad también se requieren transformaciones políticas. Los insumos del sector público tienen que venir en forma de infraestructura, regulación, capacitación y coordinación de las iniciativas”, dijo Michael Reid, columnista en The Economist.
En este sentido, Lilia Aguilar Gil, ex Diputada Federal de México, señaló que la región necesita pactos horizontales, verticales y trasversales para generar estabilidad y productividad y lograr romper con la desconfianza que existe en del sector público.
Ricardo Sennes, socio gerente de la consultora Prospectiva de Brasil, también abogó por crear una nueva agenda. “No solo una agenda con nuevo contenido, sino con nuevas estrategia regionales de acciones que tenemos que hacer en el largo plazo y que involucren a todos los países”, dijo Sennes.
Para Ric Gros, director ejecutivo de METS Ignited, pilar de la innovación minera australiana, es relevante mejorar el desempeño ambiental, racionalizar las aprobaciones en todos los niveles de Gobierno, pero además empresas y autoridades deben trabajar para fomentar y ganarse la confianza de las comunidades.
En tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía de Perú, Luis Marchese, sostuvo que en su país se viene desarrollando acciones para establecer una relación cercana con la comunidad y se ha optado por «el empleo local hasta el punto de que hoy el 85 % de las compañías contratan prioritariamente a los lugareños».
Aunque la región tiene un largo camino por delante, existen varias experiencias exitosas que pueden inspirar a nuevas aventuras empresariales.
Rocío Fonseca, gerente de innovación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de Chile, explicó que a través de la creatividad e innovación se pueden lograr grandes cambios. “Tenemos que tomar las buenas prácticas de las industrias creativas y trasladarlas a las tradicionales”, puntualizó.