Usualmente, los dispositivos que utilizan gas, tanto industriales como domésticos, brindan un control muy limitado del consumo, ocasionando que el usuario tenga una mínima referencia sobre sus hábitos y pocas posibilidades de cambiarlos. Esto pone en una situación complicada a las empresas proveedoras de gas natural, ya que al estar a merced de los hábitos del cliente, tienen que abastecer o sobre abastecer para cumplir con la demanda, lo que provoca esfuerzos operativos, ductos congestionados y tarifas más altas.
Los programas de Respuesta a la Demanda, o DR por sus siglas en inglés – Demand Response – aplicados a la industria de gas, son estrategias que aumentan el control sobre el consumo en las horas pico; así, impulsan un modelo de industria en el que las empresas operan con mayor planeación, obtienen clientes más informados, previenen problemas de suministro y alzas excesivas en las tarifas.
Un ejemplo de la implementación de este tipo de iniciativas, es la compañía SoCalGas que opera en California. En este estado norteamericano, más del 90% de la población cuenta con calefacción impulsada por gas o agua caliente, por lo que la compañía promovió un programa en el que se ofrecía incentivos económicos por la utilización de termostatos inteligentes que regularan el consumo durante fechas establecidas por la empresa. El resultado: una disminución del consumo de calefacción de un 8%.
En este escenario, cada vez es más importante que las empresas opten por soluciones que contribuyan a la modernización y crecimiento de la industria de gas, promoviendo el uso de energías limpias, como es el caso del software Open Smartflex, que genera una conservación de los recursos, sin dejar de lado la eficiencia operacional.
A medida que se hace más claro que el gas es una opción más eficiente y sostenible que otros combustibles fósiles, la demanda por este recurso ha ido creciendo. Tan solo en México, la demanda nacional de gas natural se ha incrementado durante la última década en un 34.3%, de acuerdo con la Secretaría de Energía.
Conscientes de esta situación, diferentes gobiernos han empezado a ofrecer estímulos para el análisis de alternativas que mejoren la provisión del servicio, tales como los programas de DR. Washington D.C. por ejemplo, tiene una iniciativa de ley que permitiría a su Departamento de Energía ejecutar estudios que avalen el impacto económico y social de la inclusión de programas de respuesta a la demanda en el sector de gas.
Así pues, las empresas proveedoras de gas se encuentran en un momento clave en donde factores como el desarrollo tecnológico, la experiencia en la industria y los avances regulatorios están convergiendo para abrir nuevas alternativas hacia el futuro. Programas como Open Smartflex, permiten a los proveedores de servicios consultar información sobre los hábitos de consumo de sus clientes, lo que contribuye a la planificación eficiente del suministro, reduciendo así tarifas u horarios pico.