Más de 2 mil integrantes de la Legión Americana, una organización de veteranos de guerra estadunidense, celebraban una convención en el Bellevue- Stratford Hotel de Filadelfia, en 1976. Días después de la clausura, 29 personas, incluidos otros huéspedes, murieron de una especie de neumonía que, se supo luego, se dispersó por los ductos del aire acondicionado. El hecho dejó clara la importancia que tiene la calidad del oxígeno que se respira en los edificios.
La Organización Mundial de la Salud ha definido el “síndrome del edificio enfermo” como un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en espacios cerrados, determinando que un 30% de los edificios del planeta lo padecen. Se trata de una serie de molestias y enfermedades originadas en la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles, entre otros agentes causales identificados. En un estudio realizado por la universidad de Berkeley para conocer la importancia de la calidad del aire a fin de generar buenas condiciones laborales se determinó que las pérdidas de rendimiento pueden superar hasta el 25 por ciento. La propia OMS estima que un 30% de los edificios del planeta lo padecen.
El “síndrome del edificio enfermo” por tanto, está muy extendido en todo el mundo en detrimento de la productividad. Y es que el síntoma está relacionado con dolores de cabeza o cansancio, fatiga mental, náuseas, mareos y vértigos y, por lo tanto, ausentismo, ambientes ineficientes y pobres resultados. Mientras, los médicos también creen que el “edifico enfermo” es culpable del aumento de los casos de asma. Como si fuera poco, este síndrome se asocia con enfermedades tan raras como la llamada sensibilidad múltiple a químicos, también conocida como MCS por sus siglas en inglés.
“La correcta instalación de sistemas de aire acondicionado es el tratamiento que se debe dar a un edificio enfermo. Mientras, la instalación de equipos inadecuados o el uso de una instalación deficiente agudiza el problema. Una oficina o centro laboral necesita soluciones de climatización flexibles que permitan regular la temperatura, humedad, corrientes, flujos de aire, etc., y así crear el ambiente adecuado para lograr un mejor desempeño laboral en la oficina, cuidando la salud de quienes la integran”, señaló Luis Arturo Moreno, Unitary Sales Engineer de Dakin Airconditioning Perú.
Cada vez que respiramos, el 25% del oxígeno que recibimos se va directamente al cerebro y el resto se distribuye en el cuerpo, por eso la necesidad de tener aire fresco, libre de contaminación. “En esto ayuda mucho también el tema del mantenimiento de nuestros equipos de aire acondicionado. No debemos verlos solo como una fuente de aire fresco, sino estar conscientes de que, además, esos aparatos tienen que estar limpios”, asegura Moreno.
A la hora de referirse a soluciones, Daikin apunta a un buen diseño del edificio; sistemas de climatización adecuado que se traduzcan en confort, eficiencia y sostenibilidad y un mantenimiento eficaz de los sistemas de climatización.