En nuestro país, uno de los principales retos del sistema financiero es lograr la inclusión de las pequeñas y medianas empresas, las cuáles, a pesar de ser el 98.88% de la población corporativa del país, tienen muchas dificultades para poder acceder a créditos y otros productos financieros. “Esto se debe a diversos factores, pero uno de los principales es que la mayoría de pymes aún emiten sus facturas y comprobantes de forma manual, lo que hace que sus finanzas sean poco transparentes para las entidades financieras”, señala Juan Miguel Tirado, Director Regional de Marketing de Gosocket.
Es por ello, que desde el Estado se promueve la adopción de la facturación electrónica, una herramienta que permite a las empresas crear un historial financiero positivo, lo que a su vez, les da acceso a créditos con más facilidad. “La facturación electrónica va de la mano con la transformación digital de estas pequeñas y medianas empresas. Este sistema electrónico transmite seguridad a los bancos y financieras, al momento evaluar las condiciones para un financiamiento”, explica el experto de Gosocket.
De hecho, la facturación electrónica también permite a las empresas acceder al e-Factoring o venta de facturas por cobrar a nivel online, generándoles liquidez, y por consiguiente, un mayor respaldo ante el sector financiero sin tener que asumir una deuda a corto o mediano plazo.
Cabe resaltar que, por disposición de la SUNAT, a partir de julio será obligatoria la contratación de los Operadores de Servicios Electrónicos (OSE) para validar la emisión de los comprobantes electrónicos, con el fin de facturar de una forma más rápida y segura, y con un mejor control de las obligaciones tributarias.
El dato: según cifras de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la mayoría de Pymes desaparecen tras su segundo o tercer año de creación, por factores como una gestión empresarial inadecuada y el limitado acceso a capital de trabajo.