La próxima generación de tecnologías inalámbricas, 5G, promete habilitar una sociedad completamente conectada y móvil, dando paso a amplias transformaciones socioeconómicas y marcadas mejoras en la productividad, sustentabilidad, eficiencia y el bienestar general de las personas y comunidades. Se espera que la nueva generación tecnológica móvil transforme mercados verticales enteros como el automotriz, la energía, alimentación y agricultura, administración de ciudades, gobierno, salud, manufactura, transporte y muchos más. Ello será posible gracias a la definición de distintos casos de uso, ejemplificados en una infografía de 5G Americas.
Estos casos de uso que serán habilitados por la 5G necesitan de diversos requerimientos en términos de desempeño de las redes y también harán posible distintos tipos de interacciones, incluyendo persona a persona, persona a máquina y máquina a máquina.
Generalmente, estos servicios y aplicaciones se nuclean en tres grandes grupos, de acuerdo con sus requerimientos de desempeño: eMBB (enhanced Mobile Broadband o Banda Ancha Móvil Mejorada), MIoT (Massive Internet of Things, Internet de las Cosas Masiva), y URLLC (Ultra Reliable Low Latency Communications, Comunicaciones Ultraconfiables de Baja Latencia).
Las aplicaciones relacionadas con eMBB —como realidad virtual o video en ultra alta definición (UHD)— demandan una alta tasa de transferencia y una buena cobertura de servicio, mientras que las de MIoT —monitoreo de salud o ciudades inteligentes— se apoyan fundamentalmente en elevados números de dispositivos en áreas pequeñas, y los servicios URLLC —entre ellas, cirugías remotas y comunicaciones de vehículo a vehículo— son sumamente estrictos en términos de latencia y confiabilidad.
Desde luego, las fronteras entre los distintos casos de uso no son completamente estáticas y cerradas, y de ese modo existen aplicaciones o servicios que necesitan de requerimientos de más de un grupo en mayor o menor medida. Y aunque suelen agruparse por aquellos requerimientos que son determinantes para su funcionamiento, también se sirven de otras funcionalidades de las redes.
La 5G representará mucho más de una mejora en términos de velocidades de acceso, como muchas veces se cree. Es debido a la profundidad de la transformación que promete, que su desarrollo tecnológico y puesta en marcha demandará un significativo esfuerzo e inversión por parte de los operadores de las redes. Por ello, también, será necesario el empleo de segmentos de espectro radioeléctrico en frecuencias nunca antes utilizada por los servicios móviles, tanto en rangos bajos como medios y altos.