Escalar la infraestructura de la red para soportar la continua demanda para una mayor comunicación móvil es un desafío en sí mismo, pero hacerlo y al mismo tiempo minimizar el impacto ambiental y la cantidad de energía consumida por estas redes de telecomunicaciones añade otro nivel de complejidad a una industria de telecomunicaciones que evoluciona rápidamente.
Pese a que los equipos más nuevos suelen ser más eficientes, podrían no ser capaces de ajustar el consumo energético necesario para manejar el aumento en el tráfico móvil esperado con la red 5G. De acuerdo con Cisco, el tráfico de datos mundial en el 2021 será casi siete veces mayor a la cantidad del tráfico visto en el 2016: un tráfico de datos móviles estimado de 49 exabytes por mes.
Este tipo de tráfico no solo genera preocupaciones sobre la eficiencia energética y los gastos operativos, sino que también genera preocupaciones ambientales. Se espera que para el 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero causadas indirectamente por los teléfonos inteligentes alcancen los 125 megatones de dióxido de carbono (CO2) equivalente.
Para que la infraestructura de red alcance ese nivel de eficiencia los arquitectos de sistemas eléctricos y sus sistemas de respaldo necesitan ser diligentes para hacer frente a estas preocupaciones. Incluso un pequeño cambio en la infraestructura, como el uso de un rectificador más eficiente, puede contribuir enormemente a reducir la huella de carbono en las instalaciones críticas que necesitan estos sistemas para garantizar la continuidad empresarial.
Por casi una década, los rectificadores con eficiencia del 96-97% han estado disponibles, pero Vertiv ha alcanzado un nuevo hito con su rectificador con una eficiencia del 98%, el cual permite que los propietarios y los operadores de los sistemas puedan optimizar el consumo energético en todas las condiciones de carga.
Gracias a los avances tecnológicos y a componentes como el nitruro de galio (GaN), el cual permite una muy alta eficiencia y mejores densidades de potencia, la pérdida de energía puede reducirse hasta un 75% en comparación con los rectificadores con una eficiencia del 92%, los cuales son ampliamente utilizados en la actualidad. Afortunadamente, el rendimiento de la inversión para un rectificador más eficiente tiene lugar rápidamente y puede contribuir a ajustar el aumento continuo de los costos energéticos.