Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) son utilizadas activamente por los gobiernos de América Latina en sus agendas de desarrollo social. Además de los planes de reducción de brecha digital, existen iniciativas para utilizar las TIC como herramientas clave en proyectos de equidad de género que persiguen varios objetivos, desde la inclusión laboral hasta la prevención de la violencia.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la participación de las mujeres en el mercado laboral era de sólo el 48,5 por ciento en 2018 a nivel global, mientras que en el caso de los hombres, este índice trepaba al 70 por ciento, según señala una infografía de 5G Americas. Además, la brecha salarial existente entre mujeres y hombres produce una pérdida de riqueza para la sociedad estimada en 160 billones de dólares en todo el mundo, de acuerdo con un informe del Banco Mundial publicado en 2018.
En América Latina existen diversas iniciativas y programas públicos que buscan elevar la inclusión y participación de las mujeres en el ámbito laboral y económico, así como también mejorar su situación en distintos aspectos como la seguridad, salud y educación, entre otros, según se recoge en el reporte “Género y TIC en América Latina” de 5G Americas. El documento también incorpora evidencia presentada por organismos internacionales sobre disparidades en participación laboral y su impacto en la sociedad.
Algunos de estos programas buscan promover la integración de más mujeres en el mercado laboral a través del desarrollo de habilidades digitales. En esta categoría se encuentran iniciativas como una red de empleabilidad en Perú, el programa Mujeres en STEM Futuras Líderes de México, o la capacitación de tutoras para promover la educación tecnológica en jóvenes, en el caso de Honduras.
También existen proyectos, como Junt@s en Ecuador, que promueven el uso de las TIC y las tecnologías móviles como canales para prevenir la violencia de género, facilitando la comunicación a números de emergencia y el acceso a contenidos de carácter preventivo.
La incorporación de las TIC a planes que promuevan la equidad de género es positiva para la región y se requiere trabajar en una agenda conjunta entre industria, gobierno y sociedad. Las tecnologías móviles deben ser consideradas como elementos del entorno tecnológico que pueden aprovecharse en el diseño de programas innovadores y, como tal, es necesario mantener condiciones que permitan el desarrollo de la infraestructura y el acceso a dispositivos por la población.