Latinoamérica alberga a 7 de las 17 naciones con mayor biodiversidad del mundo. Sin embargo, dichos recursos aún están pendientes de estudios más específicos para aprovecharlos en beneficio de la humanidad.
Ante este escenario, los últimos avances en bioinformática, un campo interdisciplinario donde se desarrollan métodos de investigación y herramientas tecnológicas para catalogar, analizar e interpretar información sobre los seres vivos, tales como los patrones de sus secuencias de ADN o sus proteínas, ha ganado un rol protagónico para aprovechar de manera ágil, eficiente y sostenible la riqueza natural.
Frente a esta situación, el Centro Internacional de la Papa (CIP) junto a la Universidad San Martín de Porres y otras 8 organizaciones provenientes de México, Costa Rica, Colombia, Argentina, Brasil e Inglaterra han puesto en marcha ‘CABANA’, un proyecto de fortalecimiento de capacidades en bioinformática, que tiene por objetivo agilizar la adopción de bases de datos biológicas con información clave sobre la biodiversidad presente en Latinoamérica, que les permita tomar mejores decisiones camino a la protección de biodiversidad e impulsar la producción sostenible de alimentos; así como identificar nuevos métodos para prevenir enfermedades.
El proyecto, financiado por el Global Challenges Research Fund (GCRF) de UK Aid, está vigente desde octubre de 2017 y viene impulsando la formación de profesionales y comunidades del subcontinente en temas relacionadas a las ciencias biológicas y biomédicas a través de tres mecanismos: 1) Talleres prácticos en bioinformática; 2) El financiamiento de la estadía de científicos latinoamericanos en instituciones que cuentan con equipamiento especializado para la bioinformática, y su formación como capacitadores; y 3) La creación de recursos e-learning en bio-informática.
PERÚ COMO SEDE DE ENCUENTRO DE EXPERTOS
Este mes, los principales representantes del proyecto CABANA se reunieron en las instalaciones del CIP en Lima para generar conciencia de la necesidad y utilidad del campo bioinformática y evidenciar cómo el Perú puede liderar el procesamiento bioinformático de la biodiversidad en el subcontinente; así como para plantear nuevas formas de colaboración donde los tomadores de decisiones de la región se involucren y comprendan la importancia de invertir en bioinformática.
“Latinoamérica presenta una reserva de recursos naturales considerada de vital importancia para mitigar los efectos del cambio climático e impulsar el crecimiento económico de las naciones; a la par que representa una parte fundamental de la identidad y cultura de diversas culturas. Al fortalecer la cooperación internacional entre Perú y otros países megadiversos, impulsamos un mejor acceso a herramientas y recursos bioinformáticos que manejarán data integrada, y así promovemos una gestión más eficiente de la información, y la capacidad de descubrimiento de datos trascendentales en nuestras áreas de estudio priorizadas”, explicó Jan Kreuze, líder global de la división de Ciencias de Cultivos y Sistemas del CIP.
LOS BENEFICIOS TANGIBLES PARA LA POBLACIÓN
Otro de los puntos desarrollados en el Simposio apuntó a mostrar cómo a través de la generación de redes de colaboración entre las comunidades científicas de Latinoamérica, ‘CABANA’ busca priorizar el manejo y entendimiento de nuestra biodiversidad para impulsar tres aspectos fundamentales que podrían incrementar el bienestar de la población y fortalecer su desarrollo económico y social de manera sostenible:
- SALUD PÚBLICA: el análisis bioinformático de virus aislados de enfermedades como el Zika, el Chikunguña y el Dengue, son fundamentales para un mayor entendimiento de los eventos epidémicos que los acompañan, así como para plantear soluciones a su propagación y el desarrollo de sus tratamientos y vacunas.
- PRODUCCIÓN SOSTENIBLE: América Latina es un importante productor y exportador de alimentos, y se perfila como uno importante en biocombustibles. La biología basada en datos puede facilitar la producción de cultivos y ganado que son más resistentes a los desafíos ambientales a través del análisis de genes que influyen en características tan particulares como la masa muscular, la calidad y el sabor de los animales; el valor nutricional de los cultivos o su potencial como fuente de biocombustible y/o biomasa; y la susceptibilidad de los seres vivos a las plagas y climas extremos.
- PROTECCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD: La ciencia cuenta hoy con la tecnología para estudiar la biodiversidad de una manera rápida, eficiente y rentable, lo cual permite impulsar el uso sostenible de plantas, microbios y otras especies endémicas, a la par que se obtiene información en tiempo real para proteger algunas de las zonas más vulnerables del mundo.