En pleno verano, cuando la temperatura amenaza con seguir subiendo, ahorrar energía podría parecer imposible. Sin embargo, no es así. Muchas veces, sin darnos cuenta, adoptamos una serie de hábitos en nuestro día y día que nos llevan a gastar más. El resultado es una factura eléctrica elevada y una gran frustración. Pero ¿sabes qué estás haciendo mal?
Si de tu aire acondicionado se trata, debemos empezar por regular el termostato entre 23-24oC y evitar una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda superior a 12oC. Según Daikin, líder en climatización, esa costumbre de bajar exageradamente el termostato buscando enfriar la casa más rápido solo hará que gastes más.
¿Te gusta la luz natural? Nos parece muy bien, pero recuerda que la luz del sol que entra por tus ventanas calentará tu hogar, haciendo que gastes más dinero en aire acondicionado. Cerrar las persianas durante los momentos más calientes del día es una excelente opción, así como poner toldos. Por la noche y durante las primeras horas de la mañana, las temperaturas son más bajas. Este es el momento ideal para ventilar la casa e intentar bajar la temperatura de su interior.
Si no lo sabías, te lo contamos: lavar tu ropa en el ciclo frío o tibio te ahorrará una cantidad tremenda de electricidad. Por tanto, siempre que puedas evita usar agua caliente y lava cuando tengas suficiente ropa acumulada. ¿Por qué encender tu lavadora para unas pocas piezas?
Posiblemente ni te hayas dado cuenta, pero el vapor de las sartenes y ollas al cocinar hará que el calor se extienda por la cocina y es posible que por el resto de la casa, siendo necesario algún aparato para refrescar el ambiente. Al taparlas, se reduce el vapor y se acelera la cocción, ahorrando también de este modo energía en la cocina.
La nevera es el aparato electrónico que más energía consume en los hogares, y el que no se puede desenchufar. Por favor, no la dejes abierta mientras eliges el alimento que quieres, preparar algo o bebes agua. Lo mismo ocurre con el congelador. Ello supone un gasto anual que se podría disminuir en un 20%.
¿Se cargó tu teléfono? Desconecta el cable, de lo contrario seguirá consumiendo energía, aunque no esté conectado al dispositivo.