El brote del COVID-19 a nivel mundial ha generado que las personas tengan que seguir una serie de medidas de seguridad y sanidad para evitar el contagio. Entre ellas, lavarse las manos, usar mascarilla y evitar lugares, acciones u objetos que puedan tener una alta probabilidad de contagio. Frente a este último punto, sorprende que no se haya fijado la atención en el peligro que representa el dinero en efectivo para la transmisión del virus, el cual al ser manipulado por distintas personas, tiene una alta probabilidad de generar contagios si ha pasado por las manos de alguien infectado con el virus. Sin embargo, existe una solución al respecto: se trata del dinero electrónico.
“El dinero electrónico es una alternativa creada ya hace varios años para evitar el uso de efectivo e impulsar la inclusión financiera. Se creó en principio para las poblaciones que no tuvieran una cuenta bancaria; requiriéndose solo un un celular simple (no necesariamente smartphone). Para acceder al mismo, la persona solo tiene que ir a cualquier agente o corresponsal autorizado, hacer la entrega del dinero en efectivo para así recibir el dinero en su celular de forma electrónica. Una vez que el dinero está en el celular, la persona puede realizar pagos y transferencias sin la necesidad de una cuenta bancaria. En circunstancias como las que se viven hoy en día, el dinero electrónico resulta especialmente útil”, comenta Ljubica Vodanovic, Líder de Regulación Financiera y FinTech de EY Law.
Para que conozca más a fondo el uso del dinero electrónico, su regulación y otros detalles sobre esta forma de pago, EY Perú ha preparado la siguiente información:
- ¿Qué es el dinero electrónico? El dinero electrónico es un medio de pago al igual que las transferencias bancarias y el dinero en efectivo. En la economía peruana, más del 50% de peruanos usan el efectivo para sus transacciones; por lo tanto, el dinero electrónico podría resultar una gran alternativa para evitar el contagio del Covid-19 en nuestra población.
- ¿Cómo se puede utilizar? Hay una entrega previa de dinero físico a un agente autorizado de dinero electrónico, que puede ser una entidad financiera (banco, caja, financiera) o una empresa emisora de dinero electrónico (EEDE), todos ellos supervisados por la SBS. Este dinero se vuelve virtual acreditándose en el dispositivo móvil del usuario (un celular que no tiene que ser smarthphone) para que éste pueda hacer y recibir pagos y transferencias ahí, sin necesidad de manejar efectivo.
- ¿De qué manera está regulado? En el Perú existe la “Ley del dinero electrónico” y sus normas reglamentarias emitidas por la SBS, todas ellas vigentes desde el 2013. Estas normas permiten que el servicio de dinero electrónico sea prestado por entidades del sistema financiero y también por EEDEs (que no forman parte del sistema financiero), A la fecha, hay muy pocas EEDEs y hay una necesidad comprobada de incrementar la oferta de servicios de dinero electrónico.
- ¿De qué manera está siendo impulsado en la sociedad? Su difusión depende del gobierno y los agentes privados. En circunstancias como las actuales, esto es muy necesario; sin embargo, no hay mucha inversión al respecto en estos servicios. El reducido número de emisores de dinero electrónico no financieros (EEDEs) es una muestra de ello. Tal hecho puede deberse a que la regulación existente les resulta muy costosa. Para ello, es necesario flexibilizar la regulación para hacerla proporcional a los riesgos involucrados en el servicio de dinero electrónico, tarea que hemos comenzado a percibir.
- ¿Qué tanta flexibilidad existe para la creación de empresas de dinero electrónico? Actualmente aún hay poca flexibilidad debido a los requisitos que se solicitan para ser emisor de dinero electrónico (EEDE). Algunos de ellos: la necesidad de tener un capital elevado (más de 2 millones de soles), el cumplimiento de una extensa lista de reglas, la necesidad de contar con un fideicomiso (esta última exigencia se ha suprimido hasta diciembre de este año), entre otras exigencias que hacen que las organizaciones extranjeras lo piensen dos veces antes de comenzar operaciones de este tipo en el país.
“En un país como el nuestro, donde más de 50% de la población no utiliza servicios financieros, sino el efectivo, es indispensable el impulso del dinero electrónico por parte del gobierno y diferentes entidades financieras y no financieras de carácter privado. Esto es importante pues la finalidad del dinero electrónico es permitir que los pagos y transferencias de todo tipo se hagan sin efectivo y, por lo tanto, sin los riesgos asociados a ellos, el más importante hoy; el riesgo de contagio del Covid-19. Con este método es posible incluir financieramente a esa parte de la sociedad e impulsar la formalización de la economía.”, finaliza la especialista en Regulación Financiera y FinTech de EY Law, Ljubica Vodanovic.