Transformarse, sobrevivir o morir en el intento han sido las premisas que al parecer esta pandemia le ha dejado al sector empresarial colombiano. Y es que por estos meses, se han desestabilizado no sólo muchas micro, pequeñas y medianas empresas, sino también multinacionales y sectores industriales completos. En términos generales, este panorama ha producido bastantes cambios en todos los aspectos del mercado, pasando desde las preferencias de los consumidores, la forma de producción, la falta de personal y líderes saturados de información; una realidad que parece incontrolable por parte de varias empresas.
El escenario actual está llevando a las compañías de casi todo el mundo a replantear sus estrategias, directrices y tácticas habituales para desenvolverse en el mundo de los negocios. Como consecuencia de este sui géneris 2020, parece una obligación de miles de ejecutivos y gerentes que fomenten el desarrollo de nuevos productos, la búsqueda de nuevos mercados, otros sistemas de comercialización, optimizar sus procesos de producción e ingeniosas tácticas financieras.
Reinventarse ha sido la opción más llamativa entre los empresarios y emprendedores que buscan una solución que logre amortiguar el peso que el Covid 19 ha dejado en sus organizaciones. “La dificultad de determinar qué es lo que hay que hacer en un entorno de incertidumbre provocada por el virus, más la intensa actividad competitiva que caracteriza al mercado, y a su vez conseguir que otros apropien una nueva forma de hacer las cosas demanda habilidades, conductas y métodos para pensar soluciones que tengan en cuenta el balance entre personas, el planeta y las ganancias como nuevo foco de la estrategia, que la mayoría de los gerentes simplemente no necesitaban en los periodos de relativa seguridad de los años pasados”, asegura Sebastián Ríos, CEO de Tótem Innovación.
Es de público conocimiento que las empresas de hoy están enfrentando desafíos que hasta pocos años atrás no se concebían. Cifras de investigaciones sobre supervivencia empresarial indican por ejemplo que más del 50% de las pymes no llegarán a cumplir los cinco años de vida, enfrentando casi siempre en los 3 primeros años los riesgos más altos de cierre.
Sin embargo, muchos no han contado con la misma suerte a la hora de reinventarse. Muchos empresarios pasan el día a día en la supervivencia empresarial sin importar el tamaño de la organización, como aerolíneas que han tenido que cerrar varias de sus oficinas físicas o restaurantes que dejaron de operar.
“Hay que transformar a las empresas con un liderazgo asertivo que promueva la innovación como pilar de crecimiento, que mueva el sector productivo y posibilite el progreso de los negocios hasta límites impensados. La innovación es un término que se ha usado en Colombia como objetivo y no como medio para alcanzar las metas de la empresa, por eso para aplicar la innovación en esta época es muy relevante tener clara la estrategia de la organización y al comportamiento del mercado’’, afirma Ríos.
Este repentino e imperioso cese de actividades de las empresas es uno de los principales asuntos que se deben analizar para entender el desarrollo empresarial, y cómo a partir no solo de una buena idea de negocio sino con más y mejores líderes, con una amplia visión y con gran confianza en sí mismos se consolida una empresa a través del tiempo. Reinventarse o sobrevivir dos posturas que ha dejado el 2020, esto junto con los avances tecnológicos que con frecuencia dejan sin vigencia los procesos que están en ejecución y han obligado a las compañías a mutarse a ese entorno digital .
Es claro que una buena administración y una buena gestión ya no son suficientes para permanecer vigentes en el mundo de los negocios. Las altas tasas de mortalidad empresarial, que en algunos países llegan a alcanzar el 80% en los primeros tres años de vida, refleja que el proceso de concebir y mantener una empresa es laborioso y complicado.
“La innovación empresarial conlleva al progreso y evolución de nuevos productos o a la mejora de las tecnologías, diseños, procesos y tácticas existentes para resolver aquellos obstáculos que puedan surgir. Las personas ven la innovación como un proceso difícil y extenuante debido a que muchas veces no se implementa su proyecto o no se lanza al mercado; para evitarlo se deben alinear los retos a la estrategia de la organización, tener en cuenta la influencia de todos los actores involucrados en el reto y adoptar el cambio por el valor que este genera, más que forzar su apropiación. Por eso en Totem creemos que el éxito en una organización o proyecto necesita de sostenibilidad, adopción y novedad’’, concluye Ríos.