De acuerdo con un estudio de Forrester Consulting y Adobe, los negocios que priorizan una mejor experiencia de sus clientes a través de los productos y servicios que ofrecen, gozan de una mayor retención de los mismos, así como un mejor retorno de su inversión publicitaria y un índice de satisfacción superior en comparación a quienes que no lo hacen.
En ese contexto, las empresas se enfrentan al paradigma de cómo conocer mejor los comportamientos y deseos de su público objetivo basándose no en sesgos preconcebidos sino en datos reales generados a partir de sus interacciones con ellos, para así diseñar experiencias que hagan su oferta más atractiva. A la par y gracias a la tecnología, hoy los negocios cuentan con un mar de datos, conocidos como data silos, sobre su clientela y que son amplificados con cada transacción comercial, lo cual hace de su interpretación un reto, sobre todo para quienes recién se aventuran a analizarlos.
Por ello, para extraer de manera óptima y efectiva conclusiones sobre los clientes a partir de la información almacenada y así ofrecerles una experiencia más singular, Christiano Lucena, vicepresidente de soluciones para Data Center de Dell Technologies en Latinoamérica nos brinda 04 recomendaciones a tener en cuenta antes de explorar el maravilloso mundo del Big Data, para así sacarle el mayor provecho:
- Establece criterios para un almacenamiento eficiente: a medida que los líderes empresariales buscan agudizar su atención al cliente, deben ser cautelosos para no perderse en un diluvio de datos y obtener sólo información relevante, así como para gestionarla de forma segura. Para darse cuenta del verdadero potencial de los datos en cuestión, la visibilidad de la fuente, la definición del propósito de los datos, la creación de medidas sólidas de protección de datos y el desarrollo de una capacidad de almacenamiento elástico resultan criterios fundamentales para tener una infraestructura básica sólida que sea verdaderamente escalable.
- Ten en cuenta el origen de cada dato: la mayoría de las organizaciones se ocupa principalmente de dos tipos de datos: los transaccionales y los no estructurados. El volumen de datos transaccionales fluctúa de acuerdo con la estación; un ejemplo es la industria de la venta al por menor, que experimenta altos volúmenes durante temporadas festivas y bajos durante los días regulares. Por el contrario, los datos no estructurados se acumulan durante largos y más cotidianos períodos para luego analizarlos y conocer las tendencias de los clientes y desarrollar a partir de ellos estrategias de desarrollo.
- La nube es tu aliado: para lograr una visión única e integrada de toda esta información, se debe organizar el contenido captado en los data silos y coordinarlos operativamente para obtener insights valiosos. En ese sentido, la plataforma que ha demostrado ser el soporte ideal para procesar esta tarea es el de una nube que, en contraste con las soluciones de almacenamiento in situ, se caracteriza por su flexibilidad y escalabilidad para ayudar a limitar las interrupciones del procesamiento de la información y los problemas de latencia durante la temporada de alto tráfico de datos.
- Cuida la información que se te confía: en los próximos años, las organizaciones tendrán más conciencia de la naturaleza de los datos que recogen y establecerán sólidas políticas de gestión de datos para cumplir con los requisitos normativos. Por ello, un puerto seguro y accesible para los datos puede desbloquear un inmenso potencial para que las empresas con aprendizaje automático e inteligencia artificial construyan modelos de predicción que puedan llevar a la experiencia del cliente a un siguiente nivel.
Hoy el enfoque tradicional «de adentro hacia afuera» y de desarrollar ofertas basadas en evaluaciones internas ha quedado en el pasado, dándole paso a un enfoque «de afuera hacia adentro» que busca generar conocimientos basados en datos sobre el comportamiento de los clientes para impulsar una estrategia intuitiva y predictiva más aprovechable. Mediante estas pautas, y de la mano de la tecnología, las empresas sientan las bases para establecer relaciones con sus clientes que perduren en el tiempo y favorezcan su crecimiento.