Motorola es una de las marcas que más presencia tiene en la gama media y gama de entrada, ya aquí he analizado varios dispositivos que sin duda ofrecen características interesantes para estos segmentos del mercado, con una estrategia en la que se resaltan características específicas, pero sin descuidar el resto.
En esta ocasión, he tenido a prueba el moto g8 power lite, el hermano menor del moto g8 power, aunque con muchos rasgos del moto e6s, del cual hoy les contaré mi experiencia.
DISEÑO
El moto g8 power lite tiene un aspecto casi idéntico al moto e6s, de hecho, esto es algo que noté apenas lo saqué de la caja.
Es decir, el moto g8 power lite tiene un diseño acorde con las tendencias actuales del mercado, aprovechando muy bien el panel frontal para ofrecer una gran pantalla en un cuerpo que resulta cómodo de usar.
Este terminal cuenta con pantalla Max Vision de 6.5 pulgadas, gracias a lo cual se reducen los bastante los marcos, aunque todavía queda margen para reducir más, especialmente en la parte inferior. Arriba, tenemos un pequeño notch de tipo gota donde encontramos la cámara delantera junto al altavoz que esconde un pequeño LED de notificaciones. El ratio de pantalla a panel frontal es de 82.2%.
Sus dimensiones son de 16.5 cm de largo, 7.6 cm de ancho, y 0.92 cm de grosor. Su peso es de 200 gramos. Si bien es un poco grueso y pesado, termina siendo cómodo de manejar y de llevar. Además, esto está justificado en la gran batería que lleva dentro.
Además, a pesar de llevar una pantalla generosa, se puede manejar todo con una sola mano. Si bien al tacto resulta muy agradable, se nota que está construido en plástico o policarbonato, aunque para nada se siente como un terminal débil, sino que más bien se siente robusto. Al igual que en el moto e6s, me gustó mucho el color que está disponible en nuestro país, una especie de azul degradado, cuyo nombre oficial es Mora Azul. En general no es un panel posterior que se ensucie mucho.
Justamente aquí nos encontramos con un sistema de triple cámara, junto al flash LED. Además, un poco hacia el centro tenemos el sensor de huellas dactilares escondido en el logo de Motorola. Nuevamente, al igual que en el moto e6s, en la parte baja del panel posterior nos encontramos con el altavoz multimedia.
Por lo demás, me gusta que los botones de bloqueo y volumen se encuentren del lado derecho. El botón de bloqueo tiene una textura de líneas particular. Abajo tenemos el conector micro USB para la carga y transferencia de datos, así como un micrófono. Arriba, tenemos el jack de 3.5 mm para la entrada y salida de audio. La bandeja para la nano SIM y la tarjeta microSD va al lado izquierdo.
PANTALLA
La pantalla es uno de los elementos en los que probablemente esta terminal destaca menos. Ojo, no digo que sea una mala pantalla, pero no hay mucho que destacar en ella.
Se trata de una generosa pantalla de 6.5 pulgadas, con tecnología LCD IPS. La resolución se queda en HD+, específicamente tenemos 1600 x 720 pixeles, con formato 20:9. La densidad de pixeles que resulta es de 269 puntos por pulgada.
En el consumo multimedia no se notará mucho la carencia de pixeles, a menos que te acerques mucho y le busques específicamente el detalle. En el caso de los textos sí se puede notar un poco más la baja densidad de pixeles, pero con el día a día te olvidarás de ese detalle.
El modo pantalla ambiente te deja ver las notificaciones sin desbloquear la pantalla, pero de todas maneras se enciende con el fondo negro, pues es un panel IPS y no OLED o AMOLED.
De otro lado, creo que para ser un panel IPS los colores tiene una buena intensidad, y en general está bien calibrados. En lo personal me gustan los colores un poco más saturados, y lamentablemente por software no podemos cambiar la saturación de colores, pues lo único que se puede regular es la calidez.
El nivel de brillo va bastante bien en interiores, y en exteriores no te dará problemas, pero pudo ser un poco mejor. La regulación automática del brillo es buena, lo adecúa bastante bien, aunque me gustaría un poco más de velocidad en el ajuste.
SOFTWARE
En este apartado no hay muchas novedades. Tenemos en esencia la misma experiencia que ya vimos en el moto e6s y, con una experiencia muy pura de Android, personalizaciones ni añadidos ni aplicaciones innecesarias.
Eso sí, lamentablemente no contamos con la última versión de Android, pues nos quedamos solamente en Android 9, y no creo que haya alguna actualización grande. Lo que sí vamos a tener son las actualizaciones de seguridad, y de momento tiene instalada la actualización a junio de 2020, así que esperamos una mayor rapidez de Motorola en este apartado.
Por parte de Motorola tenemos los famosos Moto Actions, como la posibilidad de abrir/cambiar la cámara girando rápidamente el teléfono, así como la activación del Flash LED sacudiendo el teléfono de forma lateral.
Gracias a Android 9 tenemos opciones como Bienestar Digital y Controles Parentales, y la pantalla dividida para tener dos apps en pantalla. Sin embargo, creo que la experiencia pudo ser mejor con Android 10. Por ejemplo, el modo oscuro no está bien implementado, ya que, si bien lo tenemos disponible, no queda implementado en todo el sistema y es muy inconsistente.
RENDIMIENTO Y CONECTIVIDAD
Hablemos ahora de rendimiento, y empezamos por el hardware que mueve todo. El moto g8 power lite cuenta con un procesador MediaTek Helio P35 (MT6765), mejor que el P22 del moto e6s, pero que sigue siendo un CPU para la gama de entrada.
El Helio P35 un octa core que va hasta los 2.3 GHz y está construido a 12nm. Este CPU viene acompañado de una GPU PowerVR GE8320. Además, tenemos 4GB de memoria RAM y 64 GB de memoria interna ampliable con microSD.
El comportamiento del terminal es el de un terminal de gama de entrada. Es decir, a diferencia de la gama alta, las apps no se abrirán de inmediato, sino que tendrá cierto rezago. Nada que preocuparse, y seguramente es algo que no notará alguien que venga de otro terminal de gama de entrada. El rendimiento con aplicaciones del día a día, como mensajería, redes sociales, o navegación irá bastante bien, aunque algunas transiciones pueden ser un poco lentas. Creo que estamos en el promedio de lo que podemos esperar para la categoría.
Lo que sí llamó mi atención es que por momentos algunas aplicaciones se han quedado congeladas, y he tenido que salir para volver a entrar. Esto me ha pasado especialmente con Instagram, así que probablemente se trate de un problema de optimización de la app con el procesador.
La experiencia en juegos ha sido de regular a buena para la categoría. Pasé varias horas jugando Traffic Rider sin problemas ni calentamientos del equipo. También pude jugar Call of Duty, con una configuración por defecto en calidad gráfica baja y cuadros por segundo media. Sin embargo, para mejor rendimiento y fluidez le tuve que bajar los cuadros por segundo al nivel bajo. En general con estos juegos pude pasar buenos momentos, sin frustrarme o perder por culpa de la lentitud del equipo.
Por el lado de la conectividad, tenemos 4G LTE, Wi-Fi b/g/n, Wi-Fi Direct, Bluetooth 4.2, GPS y Micro USB 2.0. Además, como siempre, el sensor de huellas que encontramos en la parte posterior del moto g8 power lite funciona bastante bien, no muestra errores y es bastante rápido, algo que ya es característico en Motorola.
CÁMARAS
El apartado de cámaras ha sido bastante interesante, especialmente por la presencia de 3 lentes en la parte posterior. Motorola ha apostado por un juego de cámara triple, con un sensor principal de 16 MP con apertura f/2.0 y enfoque por detección de fase (PDAF). Este lente está acompañado de un sensor de 2 MP con f/2.4 para las fotos con efecto de profundidad en el modo retrato, así como otro sensor de 2MP con f/ 2.4 para la fotografía macro. En la parte delantera, tenemos un sensor de 8 MP con apertura f/2.0 ubicado en el notch del smartphone.
Al igual que en el moto e6s, la aplicación de cámara es la típica de Motorola, con menos funciones de las que vemos en otros terminales de mayor precio. Tenemos cuatro modos de captura de imágenes, además de la foto normal, tenemos modo retrato regulable manualmente, modo panorámico, y el modo macro. Por suerte no falta el HDR, y contamos con modo belleza regulable manualmente.
Los resultados de las fotografías con buena iluminación me han gustado mucho, hablando de un terminal de gama de entrada por supuesto. Con buena iluminación los resultados son muy favorables en todos los modos. Los colores me parecen muy bien logrados, aunque claro, aquí ya depende de si te gustan los colores más o menos saturados, pero me parece que están en el promedio, aunque personalmente, me gustaría un poco más de color. El nivel detalle también es bueno, incluso hasta cierto nivel de zoom sobre las fotos vemos un buen resultado. El rango dinámico queda bien cuando activamos de forma automática el HDR, que no solo ayuda a balancear los resultados cuando tenemos una mezcla de zonas muy iluminadas y zonas poco iluminadas, sino que además nos ayuda a mejorar el color de las fotos. Cuando la luz baja, como cualquier equipo de esta categoría, aparece mucho ruido, y el enfoque se hace un poco más lento. Con la cámara delantera tenemos resultados similares, con buena iluminación tenemos buenas selfies, pero a medida que las condiciones de luz se endurecen, vamos perdiendo color y va apareciendo el ruido.
Los resultados del modo retrato me gustaron bastante, tanto con la cámara principal como con la cámara delantera. Especialmente cuando hay buena luz tenemos un buen desenfoque, con bordes bastante bien definidos, cuando baja la iluminación se logra un buen desenfoque, pero hay más ruido que con las fotografías normales. Eso sí, en algunas ocasiones, la fotografía en el modo retrato tarda un poco en procesar.
La fotografía macro también ofrece buenos resultados con buena iluminación. Me ha gustado la calidad de fotos que se logra con el sensor macro, con buena definición, y con capacidad de enfocar muy de cerca. Eso sí, cuando la luz es escasa, perdemos mucho, y es muy complicado lograr el enfoque. Me pareció curioso que cuando activamos el modo macro con poca iluminación el flash se enciende automáticamente, pero igual sigue siendo complicado lograr una buena foto macro en estas condiciones.
La grabación de video es hasta en 1080p a 30 fps, tanto con la cámara principal, como con la cámara selfie. Los resultados son similares a los de la fotografía, buenos con poca luz, y se presenta un incremento del ruido a medida que baja la luz. Los colores en la grabación de video también son algo oscuros, y se extraña bastante algún tipo de estabilización cuando grabas en movimiento.
SONIDO
Como ya había dicho antes, el único altavoz multimedia se encuentra en la parte posterior del smartphone. La potencia del altavoz es bastante buena, aunque suena un poco metálico y le falta un poco en los graves. Eso sí, cuando se sube a todo volumen, no hay mayor pérdida de calidad o distorsión. Su posición resulta cómoda, aunque claro, siempre sería mejor tenerlos en hacia el frente. Sin embargo, en la posición en la que está no se obtura cuando, por ejemplo, lo tomamos en nuestras manos para jugar. Tampoco se tapa por completo cuando lo ponemos sobre la mesa, porque tienen un pequeño punto que deja muy ligeramente elevada esa zona del altavoz. Es más, me parece que ese rebote del sonido mejor un poco el audio que percibimos. No hay que perder de vista que contamos con dos cosas muy valoradas en esta gama, la radio FM y el jack de 3.5 mm.
BATERÍA
La batería del moto g8 power lite le hace honor a su primer apellido, ya que contamos con 5000 mAh, una excelente capacidad en esta categoría.
El celular está bastante bien optimizado, y te permitirá superar tranquilamente el día completo de autonomía sin mayores problemas, incluso diría que, con tranquilidad, en condiciones normales, no tendrás problemas en tener un día y medio o dos de autonomía. En mis pruebas he logrado 7.5 horas de pantalla encendida, y unas 30 horas de uso continuo.
En lo que respecta al tiempo de carga podría haber esperado más. El cargador incluido en la caja es de 10W, así que tardamos poco más de dos horas y media para llegar de 2 al 100%. En media hora tendrás el 25% de batería.
CONCLUSIONES
Antes de cualquier conclusión, debemos tener en cuenta que el moto g8 power lite es un terminal de gama de entrada, y hay que juzgarlo como tal. Entre los aspectos positivos debo mencionar el diseño, su rendimiento en juegos, la duración de la batería, y las fotos con buena iluminación, y en los modos retrato y macro.
Creo que todavía falta alguna optimización para que el terminal vaya fluido siempre, carga más rápida, y ciertas mejoras en la cámara, especialmente en condiciones de baja iluminación, así como la grabación de video con algún tipo de estabilización.
La Reseña
moto g8 power lite
Antes de cualquier conclusión, debemos tener en cuenta que el moto g8 power lite es un terminal de gama de entrada, y hay que juzgarlo como tal. Entre los aspectos positivos debo mencionar el diseño, su rendimiento en juegos, la duración de la batería, y las fotos con buena iluminación, y en los modos retrato y macro. Creo que todavía falta alguna optimización para que el terminal vaya fluido siempre, carga más rápida, y ciertas mejoras en la cámara, especialmente en condiciones de baja iluminación, así como la grabación de video con algún tipo de estabilización.
PROS
- Diseño moderno que aprovecha el panel frontal
- Sensor de huellas muy bueno
- Extraordinaria autonomía
- Buenas fotos con adecuada luz
- Bueno en fotos macro
CONTRAS
- La carga pudo ser más rápida
- Se puede mejorar la grabación de videos
Puntuación
- Diseño
- Pantalla
- Software e Interface
- Rendimiento y conectividad
- Cámaras
- Multimedia
- Batería
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