Según una encuesta de IPSOS Perú sobre la percepción de la Educación en tiempos de pandemia, el 52% de los encuestados considera que, en estos últimos 12 meses, la educación ha retrocedido. Este fue uno de los principales hallazgos que se presentó en el CADEx: «Pensando en el estudiante. ¿cómo nos preparamos para el 2021», organizado por IPAE Asociación Empresarial. Este evento contó con la participación de Patricia García, epidemióloga, profesora principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y exministra de Salud; Paul Neira, gerente general de The Learning Factor; y Patricia Rojas, directora de investigación social de Ipsos Perú. La sesión fue conducida por Marcia Rivas, consultora en educación y gestión social.
Patricia Rojas continuó detallando los hallazgos del estudio realizado por IPSOS, dando a conocer que el 48% de los encuestados considera que, en Educación Inicial, la principal limitación que se tiene es la educación a distancia; en Educación Básica, el 43% piensa que es el aprendizaje autónomo al que se enfrenta el estudiante; y en Educación Superior, el 42% considera que es la falta de recursos económicos para continuar estudiando.
Asimismo, sobre la evaluación de los docentes ante el contexto COVID-19 esta fue positiva, el 71% reconoció disposición y compromiso para el aprendizaje de sus estudiantes; el 43% mejora de las estrategias de enseñanza e innovación educativa por parte del docente; el 41% adaptación de contenidos y prácticas pedagógicas, y el 39% el fomento del trabajo colegiado entre docentes; entre otros.
Patricia Rojas comentó que, cuando se le preguntó a los encuestados sobre cómo evaluarían el accionar de distintos actores de la comunidad educativa durante la pandemia, el 52% considera que las universidades privadas tuvieron un mejor comportamiento, seguido por las escuelas privadas con 44% y Aprendo en Casa con 40%. Luego de estos tres actores le siguen los institutos privados (34%), las familias (32%), el Ministerio de Educación (25%), las escuelas públicas (24%), el Estado (24%), las universidades públicas (22%), los medios de comunicación (20%), las empresas (18%), los institutos públicos (18%), las Direcciones Regionales de Educación y Ugeles (17%), la sociedad civil (13%) y el Congreso (2%).
“La perspectiva a futuro de la Educación es optimista, pero que no es suficiente. Como principales desafíos para asegurar una buena educación en el 2021, en temas de gestión, el 54% de encuestados sostuvo que era importante la autonomía a las instituciones educativas para adecuarnos, que depende de las realidades de cada ecosistema educativo. Además, un 36% de los encuestados considera que la mejor opción para el 2021 es que se mantenga la educación a distancia hasta la aplicación masiva de la vacuna”, contó Rojas.
A su turno, Patricia García abordó el retorno a las escuelas, manifestando que en un mundo ideal sería óptimo que todos los peruanos estuviesen vacunados antes de asistir a las aulas; sin embargo, este hecho dista de la realidad, considerando que los primeros resultados de estudios de vacunas en adultos serán entre noviembre y diciembre, mientras que la producción de primeros lotes de las vacunas sería entre el primer trimestre o semestre de 2021. “No se puede esperar a la vacuna porque no se puede seguir teniendo a los estudiantes en casa por un tema de educación y de salud mental”, manifestó.
La epidemióloga comentó que, si bien hay un riesgo de contagio en los niños en el inicio de clases, este no es el verdadero problema porque ellos pueden ser asintomáticos. “El verdadero problema es que los niños pueden ser un vehículo para que el virus se siga transmitiendo. Sabiendo que los niños son transmisores del virus (de 10 a 100 veces más virus y más a menor edad). Por ejemplo, un estudio en la India señala que los niños de entre 5 a 17 años transmitieron el virus al 18% de los contactos cercanos de su edad y estos después a sus familias”, comentó.
La exministra de Salud recomendó que, de darse el retorno a clases de manera presencial, se debe tomar en cuenta lo siguiente: 1) Es fundamental asegurar una buena ventilación de los espacios, por lo que las aulas en ambientes abiertos pueden ser una opción para evitar la transmisión del virus; 2) Uso de la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social, evitar por ejemplo juegos de contacto, 3) Evitar la aglomeración de alumnos en un solo espacio, por ejemplo, dividir a los estudiantes para que la mitad tenga clases presenciales y la otra, virtuales, y alternar, la mitad de alumnos puede ir en días pares y el otro grupo en impares. Esto reduciría el aforo y la exposición, ayuda al distanciamiento, y ha sido una medida ya utilizada en otros países con éxito.
Como cierre de su exposición, Patricia García también recomendó que es clave la promoción de comportamientos que reduzcan la propagación de COVID-19, como quedarse en casa si hay síntomas; lavarse las manos; mantener ambientes saludables y naturales; y, sobre todo, prepararse para cuando alguien se enferme.
Por otro lado, Paul Neira, presentó el proyecto Tiempo Real, el cual consiste en tener un registro de apertura de clases en sistemas educativos internacionales, considerando variables como los protocolos puestos en práctica, el cierre parcial o total del servicio educativo en áreas y ciudades; y también investigaciones de medios de comunicación sobre el tema.
Como principales hallazgos, Neira comentó que la apertura ha sido gradual entre la mayoría de instituciones evaluadas. También que existe focalización en el comienzo de los servicios preescolares y de primaria. Sobre el rango de comienzo de las instituciones educativas, se encontró una coincidencia de dos semanas a un mes, entre este y el cierre. Además, comentó que también se vio que, durante la reincorporación se den pruebas gratuitas a los docentes y que en algunos países se han contratado profesores temporales. “Lo que se aplicó normalmente fueron horarios de entrada escalonada para evitar aglomeración en el transporte público; distanciamiento social dentro del salón a través de grupos reducidos de estudiantes; el uso de mascarilla; el lavado de manos obligatorio; y que las jornadas no se extienden más de 4 horas”, indicó el expositor.
De igual modo, Paul Neira afirmó que recobrar la confianza en la educación debe ser primordial y que, para ello se necesitan seguir abriendo espacios para conversar sobre el futuro de la Educación el 2021. “Hay una responsabilidad de todos nosotros para ampliar esta discusión. También que se pueda hacer énfasis para la Educación preescolar no retroceda porque esto lo podemos lamentar de aquí a unos años más”, finalizó.
Marcia Rivas, quien dirigió la sesión, concluyó diciendo que en el actual escenario no hay certezas y que la realidad presenta muchos desafíos a afrontar. “En esta incertidumbre las escuelas tienen que ver qué es posible dentro de esta complejidad y preguntarse ¿qué escuela es la que está en capacidad de adaptarse? Aquella que es rígida o aquella que es capaz de dar soluciones personalizadas a la medida de lo que la comunidad necesita”, puntualizó.