Tu lavavajillas es esa caja mágica en tu cocina que convierte los platos sucios en limpios. Pero también se puede usar para lavar muchas cosas más. Piénsalo bien: los platos son de vidrio o de plástico; los utensilios, ollas y sartenes son de metal. Mira a tu alrededor, hay muchas otras cosas hechas de los mismos materiales que, aunque no formen parte de tu vajilla, se pueden lavar como si fueran tus enseres de cocina.
Aditamentos de la cocina que no son trastes. El filtro del extractor de aire de tu cocina es lavable y tu lavavajillas puede encargarse de dejarlo pulcro. Cuando laves una carga de platos, puedes poner también las esponjas y cepillos de cocina, al igual que el plato giratorio del microondas y hasta los recipientes para especias —déjalos secar muy bien antes de llenarlos de nuevo—. De igual modo, los estantes y compartimientos del refrigerador saldrán limpios y sanitizados.
Objetos de decoración y papelería. La mayoría de los jarrones y piezas de cerámica decorativa se limpian fácilmente en la rejilla superior del lavavajillas, basta con que no tengan adornos delicados que puedan despintarse. Lo mismo con los accesorios de escritorio: lapiceros, organizadores de papel y pequeños botes de basura tendrán una buena limpieza con sólo un ciclo regular.
Enseres de baño. Jaboneras y portacepillos de dientes, tapetes de goma para la tina o el área de ducha, esponjas y cepillos para bañarse… todo esto se puede lavar una vez por semana en el lavavajillas, en el ciclo sanitizador que eleva la temperatura del agua, a fin de eliminar bacterias y moho.
Instrumentos de uso personal. Los cepillos y peines de plástico —nunca los de cerdas naturales o con mango de madera— se colocan en la canasta de utensilios del lavavajillas para facilitar la limpieza. Otros objetos, como las herramientas de manicura y pedicura pueden lavarse con agua caliente para eliminar hongos y bacterias y dejarlas listas para usar nuevamente.
Cosas infantiles. Esos juguetes de plástico de mediano y pequeño tamaño, por ejemplo, el patito de hule o los bloques de construcción, pueden lavarse tranquilamente en el lavavajillas, hay que meterlos en una bolsa o caja de malla y colocarlos en la rejilla superior para que se laven bien. Del mismo modo pueden lavarse —en ciclo sanitizador— los chupones y mordederas de bebés.
Lo de las mascotas. Los juguetes de goma, los platos de comida e incluso los collares y correas, siempre y cuando sean de fibra sintética y no de cuero, también pueden quedar limpios y sanitizados si se ponen en el lavavajillas.
Artículos deportivos. Coderas y espinilleras, protectores bucales y hasta pelotas de golf pueden ir al lavavajillas. Para que no “escapen” hay que ponerlas en una caja o bolsa de malla. El agua caliente mezclada con detergente permitirá eliminar las bacterias y dejarlos libres de olores desagradables.
Calzado. Las botas de goma —sin forro—, las sandalias y algún otro calzado que sea completamente de plástico también recibirán una buena limpieza si se colocan en la rejilla superior del lavavajillas.
Dos recomendaciones: hay cosas que no debes depositar en un lavavajillas como piezas de madera, hierro fundido y cobre. Por otra parte, después de lavar objetos, que no sean enseres de cocina, es indispensable darle una buena limpieza al lavavajillas antes de cargar los platos de la cena.
En tu cocina y en tu hogar cada detalle, cuenta, por lo que un buen lavavajillas es el mejor aliado para mantener impecables los platos, vasos y cubiertos. Las lavavajillas Whirlpool lavan tus trastes con cuidado y eficiencia, además cuentan con la función Sani Rinse, que eleva la temperatura del agua para eliminar las bacterias, hongos y moho de forma eficaz mientras que tú proteges a tu familia.