Los avances tecnológicos actualmente marcan la pauta para el crecimiento económico en el mundo, y la inteligencia operativa forma parte fundamental en el desarrollo de diversas industrias. De hecho, una encuesta de Deloitte indica que el 64% de las empresas admiten que las tecnologías digitales generarán un impacto en sus negocios en el 2021.
Pero en torno a este concepto, que implica la gestión y análisis de datos para convertirlos en información de valor y mejorar la toma de decisiones, entre otros aspectos, existen algunos mitos que se deben desmentir hacia las empresas, mismos que no permiten la óptima implementación de las soluciones que la integran. A continuación, se brindan 5 mitos sobre la inteligencia operativa:
1. Es únicamente para grandes corporaciones
Falso. La inteligencia operativa puede implementarse en empresas de distintos tamaños y no necesariamente para aquellas con grandes plantas de producción y maquinaria.
La recomendación desde OSIsoft para las empresas de menor tamaño es comenzar sus proyectos de inteligencia operativa con un enfoque hacia pequeños objetivos puntuales y no intentar arrancar con aquellos macro.
Es decir, se requiere de ir resolviendo un objetivo a la vez, como reducir la merma de productos, por mencionar un ejemplo, y una vez logrado el éxito, pasar a otro problema puntual que la compañía encuentre en su operación.
2. Implica una gran inversión
Depende del proyecto y de la industria, pero no se requiere millones de dólares para la implementación de software y soluciones que generan inteligencia operativa. Es importante mencionar que lo invertido hoy en esta herramienta se recupera mañana en ahorros.
Por ejemplo, Klabin, la mayor productora y exportadora de productos de papel y celulosa en Brasil, implementó en una de sus plantas el PI System de OSIsoft con el objetivo de monitorear en tiempo real los datos de su producción, automatizar las notificaciones y rastrear el comportamiento de su maquinaria, todo para mejorar la toma de decisiones al interior del proceso.
Tras la implementación, la compañía evitó 2 apagones en las calderas de su planta de producción al detectar una serie de fallas antes de presentarse, lo que representó un ahorro de 9.6 millones de dólares.
3. Los datos lo hacen todo
Falso. Si bien es cierto que representa una ventaja notable contar con información y datos en tiempo real sobre las operaciones de las planta de producción, es importante mencionar que los datos por sí solos no harán el trabajo. Es decir, las empresas requieren de capacitación de algunos colaboradores y contratar perfiles como científicos de datos para convertir esa data en información que verdaderamente genere valor a la empresa. Más datos no significan mejores datos.
4. Es un lujo para las compañías
Más que un lujo, la inteligencia operativa se ha convertido en una necesidad para las empresas. Sobre todo en una coyuntura como la que atraviesa el mundo derivado de la pandemia por la COVID-19, las firmas necesitan identificar fortalezas y debilidades en tiempo real sobre sus instalaciones, además establecer sistemas que gestionen el rendimiento de su cadena de producción con el fin de optimizarlo.
Un ejemplo son las empresas de la industria química, que incrementaron su demanda en la crisis sanitaria, ya que fabrican la mayoría de los productos de limpieza necesarios para mitigar el riesgo de contraer el coronavirus.
En casos como éste, es necesario combinar datos históricos con la información obtenida en tiempo real para generar un panorama operacional que incluya todos los procesos asociados a la planta, y luego identificar procesos que requieren solución inmediata, anticiparse a fallas, y cuidar los niveles de producción cuando se requiere de ritmos altos.
5. La inteligencia operativa es todo un viaje
Muchas empresas creen que la implementación de soluciones que generan inteligencia operativa se hace de la noche a la mañana. La realidad es que el uso de esta herramienta es todo un viaje que debe escalarse paso a paso dependiendo de las necesidades de la propia organización y sus procesos.
Soluciones como PI System permiten a las empresas la transformación digital de sus procesos a través de datos confiables, de alta calidad y en tiempo real, sobre sus operaciones.
Recopilar y analizar datos en cualquier ubicación de plantas de producción ofrece a los colaboradores una visibilidad total de lo que acontece al interior del proceso de producción y permite a cualquier compañía generar ahorros económicos, de tiempo, y energéticos. Además, eficientiza el ritmo de producción de forma notable, una importante ventaja competitiva con respecto a la competencia.