Como en todo deporte, establecer una rutina de entrenamiento trae beneficios, ya que nuestro cuerpo se aclimata al ejercicio y puede rendir mejor para alcanzar nuestros objetivos. Un aspecto relevante a tener en cuenta es el horario que escogemos para entrenar. Si eres runner o quieres convertirte en uno, debes saber que existen ciertas diferencias entre salir a correr durante la mañana o en la tarde noche. En esta nota podrás conocer las diferencias.
Gustavo Montes, embajador en Latinoamérica de G-SQUAD, la primera línea de relojes deportivos de G-SHOCK; señala que, si bien los especialistas no han llegado a un consenso sobre el mejor horario para correr, hay aspectos que cada runner debe tener en cuenta para escoger el momento que mejor se adecúe a su cuerpo.
Correr por las mañanas
En general, cuando salimos a correr por las mañanas, el cuerpo está más rígido luego de horas de inactividad, por lo que muchas veces es más difícil ponerse en movimiento. Sin embargo, este horario es el preferido de muchos, pues, psicológicamente, comenzar el día corriendo es una excelente forma para afrontar el resto de la jornada llenos de energía.
Otro factor importante que debe considerarse en el horario de la mañana es el desayuno. Algunas personas prefieren salir a correr antes de comer, pues se sienten más ligeros. “Cuando se realiza ayuno antes de correr, las reservas de glucógeno hepático – hidratos de carbono almacenados en el hígado – están en niveles bajos, por ello el cuerpo está más predispuesto a utilizar la grasa para obtener la energía necesaria. Así, se consigue reproducir una situación similar a la que se vivirá en una competición de larga duración cuando “el sustrato se acaba”. De este modo, el cuerpo puede ir adaptándose y ser más efectivo en el momento de la competición”, sostiene Montes.
Asimismo, es fundamental saber que si se entrena en ayunas y se trabaja a una intensidad alta o se realizan cambios de ritmo a intervalos, el cuerpo estará en estado catabólico, es decir, se destruye masa muscular para obtener la energía. Lo que supone un riesgo, ya que se está “rompiendo músculo”. Los runners que quieran llevar a cabo este tipo de práctica deben consultar a un nutricionista y un entrenador certificado. Siempre se recomienda desayunar 60 minutos antes de realizar actividad física, beber alguna infusión o café, junto una tostada o fruta de rápida absorción.
Correr en la tarde noche
El embajador de G-SHOCK explica que numerosos estudios señalan que el mejor horario para correr es entre las 17 y las 19 hs. En esta franja horaria, el organismo es más eficiente. “El ‘running’ en este horario ayuda a despejar la mente del estrés diario y el corredor cuenta con mucha más energía acumulada gracias a la ingesta de alimentos durante todo el día”. Asimismo, existen corredores que realizan la actividad entre las 13 y las 16 hs; si bien el organismo no está en su pico máximo, el rendimiento es mucho mejor que por las mañanas. “Lo interesante de este horario, es que deja mucho margen para descansar previo al sueño”.
¿Qué pasa con tu cuerpo después de correr?
El reconocido periodista y runner argentino, indica que después de correr, el metabolismo queda más activo, lo que se traduce en más quema de calorías. Como el cuerpo consumió la energía acumulada para realizar la actividad, lo recomendable es hidratarse e ingerir hidratos de carbono, que pueden ser a través de frutos secos o cereales para reponer el glucógeno utilizado.
Recuerda que si sales a correr debes hacerlo en lugares cerca a tu hogar, usar mascarilla, bloqueador y mantener la distancia. “Puede resultar molesto usar la mascarilla para correr, pero el cuerpo siempre se adapta. Además, el running nos llena de energía y controla el estrés”, puntualiza Montes.