El último 17 de mayo se celebró el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, fecha con la que se busca crear conciencia sobre la importancia de acercar el Internet y otras Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a la población mundial.
En estos últimos años, el desarrollo de las telecomunicaciones ha generado un impacto positivo en la sociedad, facilitando las comunicaciones y el desarrollo de actividades productivas en beneficio de los países y sus economías, contribuyendo en aspectos como el emprendimiento e innovación, generación de empleos y reducción de la pobreza.
Pero ¿cómo impacta la transformación digital al país?, en Perú, según datos de INEI, se registró un aumento del 64.8% en el acceso a Internet, por parte de la población. Asimismo, la transmisión de datos e información a través del Internet permitió la reducción de costos y tiempos de entrega de productos y servicios, lo que permitió un manejo eficiente de las empresas y organizaciones pese a la crisis.
“La pandemia presentó el escenario adecuado para que la economía mundial continúe por la senda de la integración tecnológica global. La digitalización y la aplicación de las tecnologías digitales en las sociedades y las actividades económicas han permitido de alguna forma reducir o mitigar los efectos derivados de la pandemia generando oportunidades para administrar o enfrentar la crisis”, comenta Luis Ladera, Director de Productos de Datos e Internet de Lumen Perú.
Al presentarse el escenario de pandemia, localmente los usuarios exigieron mejor conectividad en sus hogares para acceder a servicios educativos y de trabajo durante el día y aplicaciones de streaming durante las noches y fines de semana. En el caso de los negocios, la tecnología continúa habilitando nuevas formas de entregar productos y servicios, mejorar y agilizar procesos, y de interacción con clientes, proveedores y socios de negocios.
La crisis obligó el desarrollo de más y mejores aplicaciones para apoyar entre otras cosas relacionadas a los negocios, las cadenas de suministro y logística, el seguimiento del delivery, y el control de stock de productos. Personas de todas las edades empezaron a usar, de manera masiva, todo tipo de dispositivos móviles, laptops o tablets para realizar compras y de esta manera, evitar el contacto con otros.
“Según datos de Lumen, Perú registró el incremento más alto en el uso del e-commerce a nivel Latinoamérica con un 900%, creo que ni los mismos comerciantes esperaron una tendencia tan positiva”, menciona Ladera.
Pero la digitalización y la aceleración en la implementación de iniciativas de transformación digital no solo favoreció el e-commerce, sino que ha impulsado de igual manera el uso del big data y servicios en nube “cloud” para habilitar capacidades de analítica que permitieron ahorrar costos, innovar, optimizar procesos y rentabilizar la inversión que se realizó en la implementación de las nuevas tecnologías, por medio del desarrollo o mejora de aplicaciones, lanzamientos de call centers en la nube o la creación de dashboards para ayudar a predecir el desenvolvimiento de las cadenas de suministro.
Los servicios alojados en la nube son un aliado esencial para la realización del trabajo remoto, por ejemplo, para el uso de herramientas de trabajo colaborativo (hojas de cálculo, documentos de texto o presentaciones) y las videoconferencias. Asimismo, esta crisis resultó de provecho para muchas organizaciones que lograron mejorar su arquitectura web, que en tiempos pre-pandemia, probablemente no eran tan prioritarias.
El uso de inteligencia artificial (IA) por parte de las empresas se dio, por ejemplo, en los servicios de atención al cliente mediante asistentes virtuales. Los canales de consumo, se adaptaron al nuevo consumidor peruano, que demanda el desarrollo de aplicativos móviles, con mejores contenidos y con publicidad y ofertas personalizadas.
Tareas pendientes
“Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan muchos peruanos es la brecha digital, por falta de capacitación en el uso de herramientas digitales o acceso a internet, y hay dos grupos humanos principalmente afectados, los adultos mayores y las personas de escasos recursos. La empresa privada y los profesionales de IT debemos colaborar activamente en la reducción de esta brecha”, argumenta el ejecutivo.
Finalmente, desde el punto de vista de vulnerabilidad, se presentan en general grandes desafíos en temas de ciberseguridad, que aún no logran ser superados. En relación a este último punto, la desconfianza al tratamiento de datos y la privacidad en la información, tanto personal como empresarial, son otro obstáculo a ser superado y en el cual se debe trabajar.