En un entorno aún pandémico en el que seguirá primando el trabajo híbrido que viene transformando con nuevas rutinas y hábitos de compra los comportamientos de los consumidores; y más aún en un contexto donde las compras navideñas aparecen agitando las estrategias de los retailers, estos últimos han tenido que adaptarse a una nueva forma de captar a sus clientes, analizándolos y generando una nueva dinámica en la planificación de su relación con ellos y en la que la analítica y el uso de datos gana relevancia.
“Es un hecho que hoy en día las personas ya no se movilizan como antes, por lo que la hiperlocalización de las zonas de mayor compra y el repotencionamiento de las tiendas físicas, y con mayor énfasis en estas épocas navideñas, es vital junto a un uso de data y analítica que pueda demostrar las señales de demanda para elaborar un plan que se ejecute de la mejor manera posible” apuntó Marcelo Sukni, gerente general de SAS Perú.
Además, agregó el ejecutivo, la experiencia y el performance que cada empresa posee en este sector exige una lectura veloz y constante de las nuevas demandas de productos por parte de los clientes para no generar escasez o interrupciones en la cadena de compra. Es así que las habilidades de planeamiento adaptativo y decisiones rápidas son más necesarias que nunca. Y más cuando los tiempos de los ciclos de demanda han cambiado.
“Antes los planificadores de demanda de los retailers trabajaban en ciclos de entre uno y tres meses, ahora trabajan en incrementos de 14 días por lo que necesitan tecnologías como la analítica para ayudarlos a tomar decisiones de manera más rápida” apuntó Sukni.
Claros ejemplos a nivel mundial son retailers como Levi’s, Walmart, Kellogg’s y Nestlé, quienes han podido analizar, junto a sus proveedores, las necesidades que puedan tener sus consumidores y cubrirlas con la mayor celeridad.
“Un cambio esencial para las empresas ha sido repensar las modalidades de transporte de las distintas materias primas y/o productos que utilizan para comercializar. Por ejemplo, un contenedor completo que solía costar $ 6,000 para enviar productos desde China ahora cuesta $ 26,000. Estos costos se trasladarán finalmente a los consumidores y aquí viene el reordenamiento de estrategias con la finalidad de seguir cubriendo la demanda, no generando rechazo ante incrementos significativos de precios y logrando un margen de ganancia que le permita continuar funcionando como empresa” señaló.
También se debe considerar que aún no todo el staff del sector retail está regresando a las oficinas con normalidad.
“Esto será una desventaja para aquellos retailers que no han completado su transformación digital, en los cuales aún no se logra que sus procesos tradicionales se digitalicen en nuevos sistemas de funcionamiento remotos y eficientes. Esto generará demoras en las cadenas de suministros, que terminarán afectando negativamente la percepción de los consumidores en relación a la empresa” acotó.
Es por ello, finalizó Sukni, que este reordenamiento obliga a evolucionar el ambiente laboral de los retailers y permite que avancen, siempre y cuando la tecnología que acompañe este proceso sea la adecuada. En tal sentido, la hiperlocalización y la lectura de señales de demanda de manera continua permitirá al negocio poder conocer mejor a sus consumidores y adaptar su estrategia a los nuevos hábitos de sus clientes.