Por Sergio Morales, gerente general de la región andina para Chile, Perú y Bolivia.
Sin duda la pandemia ha puesto a prueba al mundo tanto a nivel personal como empresarial. Durante estos años ha puesto encrucijadas que, con el tiempo, hemos podido enfrentar como las restricciones y complejos escenarios sanitarios, la inesperada escasez de microcontroladores y la complicada realidad logística.
En el ámbito laboral, al inicio muchas empresas e industrias apoyaron el teletrabajo con infraestructuras improvisadas que pusieron a prueba sus conocimientos en materia de seguridad de la información.
Sin embargo, hoy esta modalidad de trabajo se está haciendo cada vez más permanente dando paso incluso al formato laboral híbrido. Según Gartner, a medida que aumenta la presión por reimpulsar a las empresas y centros de trabajo, un 82% de los directivos de empresa están planeando permitir el trabajo remoto, al menos de forma parcial.
Para muchos, la oficina nunca volverá a ser igual. De hecho, es difícil que se produzca una vuelta completa a las condiciones anteriores a la pandemia. El trabajo remoto, al menos en parte, será ya un elemento permanente. Pero con este nuevo paradigma surgen nuevos desafíos, especialmente en materia de seguridad.
En ese sentido, considerar una estrategia a largo plazo es clave. No solo de seguridad, sino de resiliencia. El estudio de Logicalis Global CIO Survey afirmó que más de la mitad de los encuestados también considera que el COVID-19 les ha enseñado la necesidad de contar con planes de recuperación ante desastres, y el 80% reconoce haber destinado más tiempo a sus defensas de seguridad en los últimos 12 meses.
Evolucionar para innovar
Emprender la innovación con la seguridad y resiliencia como base mejora la experiencia del cliente y del empleado. La tecnología por sí sola no sirve, debe ir sustentada por políticas de seguridad adecuadas y procedimientos establecidos para detener un ataque.
En ese sentido, es fundamental que el negocio esté concientizado. Es decir, crear ecosistemas de trabajo digital cohesionado para la fuerza laboral futura, independientemente de las condiciones físicas de ubicación. Las amenazas son cada vez más crecientes en el trabajo remoto.
Las empresas necesitan urgentemente adoptar medidas de seguridad adicionales. A pesar de que los CIOs son conscientes del aumento del riesgo, este hecho no se traduce en acciones concretas de forma general. Apenas un tercio de ellos cita este aspecto como crucial para sus resultados.
Aquellas empresas que han invertido en mitigar riesgos de seguridad, la mayor parte (66%) ha destinado el dinero a adquirir nuevas tecnologías, como firewalls, software de protección cibernética y gestión de contraseñas. La mitad de todas ellas invirtió en más formación del personal.
Estar a salvo de interrupciones y amenazas contra la seguridad no debe ser el único objetivo corporativo tras la pandemia. El 73% de los ejecutivos de seguridad y TI, por ejemplo, reconocen tener preocupaciones sobre las futuras vulnerabilidades del modelo de trabajo híbrido. Las empresas no pueden permitirse arriesgar su seguridad. Las filtraciones de datos y las interrupciones operativas pueden tener ramificaciones financieras, legales y regulatorias.
Seguridad: ventaja competitiva
La reputación de las empresas digitales corre riesgo sin seguridad. Las organizaciones que sufren alguna pérdida grave de datos suelen perder un buen porcentaje de clientes, que se van con su competencia.
En los últimos 18 meses, muchas empresas han puesto en marcha soluciones provisionales o iniciales para seguir trabajando, poniendo a prueba sus sistemas de seguridad y de recuperación ante desastres. Algunas medidas han funcionado, pero hay que hacer mucho más para proteger a los nuevos empleados híbridos y mejorar la resiliencia del negocio a largo plazo.
Las empresas deben adoptar un modelo holístico de seguridad que incluya capacidades para anticiparse y detectar amenazas, incluso antes de que se produzcan. Urge una base evolutiva ágil, flexible y segura. Con la estrategia adecuada, es posible combinar seguridad, resiliencia e innovación, para ganar ventaja competitiva, hacer crecer el negocio y asegurar el futuro éxito en la emergente economía digital.