Verde como tu árbol y tus adornos de Navidad preferidos. Haz de ese color una intención declarada y escoge y anima a los que te rodean a demostrar su cariño con opciones sustentables. Tanto a nivel de empaque como de producto, la sustentabilidad y conciencia ambiental son hoy más importantes que nunca.
Regala un servicio… sustentable, por supuesto. En nuestro país hay servicios de compostaje, lo que es muy importante si tenemos en cuenta que más de la mitad de lo que botamos a la basura son residuos orgánicos cuya degradación cuando llegan a la basura genera metano y dióxido de carbono, que producen el cambio climático. El compostaje es el proceso de transformación natural de los residuos orgánicos, que da como resultado un abono rico en nutrientes llamado «compost». Al compostar ayudas a mitigar el cambio climático; apoyas, directamente con tus acciones a una de las mejores formas de gestión de los residuos orgánicos; reduces tu basura a la mitad, así como el mal olor que genera; reduces el uso de bolsas plásticas destinadas a la eliminación de residuos y evitas contaminar suelos, ríos, mares y aguas subterráneas. “Es una práctica inteligente. Cuando regalas este servicio a un amigo o familia lo estás invitando a adoptar un nuevo hábito y colaborar con un mañana más sostenible”, asegura Raul M Valenzuela, de Lima Compost. Lima Compost ha llegado a miles de hogares del país a través de sus diferentes servicios. Con su trabajo ha logrado la concientización de muchas familias en Lima sobre la adecuada gestión de residuos.
Si buscas una laptop, la Aspire Vero. Fabricada con plástico PCR (reciclado posconsumo), que no es más que plástico recuperado que ha sido reciclado y reutilizado para reducir los desechos electrónicos globales: el 21 % de las emisiones de CO2 se reducen durante la fabricación. PCR ofrece la misma resistencia y protección que el plástico virgen, pero es una opción más sostenible. El chasis y el bisel de la pantalla de la Aspire Vero están fabricados con un 30 % de plástico PCR, un 50 % de plástico PCR en las teclas para reducir la huella de carbono y los residuos de los vertederos. El chasis sin pintura reduce el impacto negativo de los compuestos orgánicos volátiles (COV), solventes nocivos que se liberan en el aire cuando se seca la pintura. Por su parte, el panel táctil OceanGlass está fabricado con plástico procedente de los océanos (OBP) que habría contaminado nuestros océanos si no se hubiera recogido y reutilizado. Zero Plastic Oceans estima que el plástico en el océano contribuye al 80% de la basura plástica marina. No solo eso, el diseño sostenible utiliza tornillos estándar para facilitar el desmontaje y simplificar la actualización, reparación, reemplazo o reciclaje. Mientras, la aplicación de gestión de batería inteligente de Acer, VeroSense, te permite controlar su eficiencia energética a través de cuatro modos de rendimiento.
El embalaje no contiene plástico, es 85% papel reciclado y es 100% reciclable. El empaque innovador se puede reutilizar como un soporte para computadora portátil de bricolaje y ganador del premio Red Dot Packaging Award 2021. Un toque final, el teclado retroiluminado, perfecto para habitaciones con poca luz, viene con las teclas R y E estilizadas de forma divertida para recordarnos las tres RE: reducir, reutilizar y reciclar.
Ropa duradera o ética: a veces compras marcas de ropa más económicas, pero que rara vez venden prendas sustentables y durables; además, en pocas ocasiones incluyen información sobre la sostenibilidad de sus textiles, e incluso, son ajenas al uso de materiales, procesos y cadenas de suministros ecológicos. Se les conoce como “moda rápida” y son empresas que venden ropa “desechable”, para que tengas que comprar nuevamente en un corto periodo de tiempo. A su lado existen empresas de ropa que quieren dar un giro más sustentable a la industria. Estas marcas ofrecen alternativas hechas de algodón orgánico o con tejidos reciclados que fueron manufacturados con prácticas sostenibles, que son buenas para el medio ambiente.
Las plantas, el regalo más bello. Pueden ser el regalo perfecto de Navidad; no solo porque aportan con la decoración, sino porque también son terapéuticas y ayudan con el estrés. Brinda una mayor conciencia ambiental a quienes reciben las plantas, sobre todo si regalas huertos urbanos que tengan un propósito extra: la cosecha de vegetales orgánicos. Como sabes, las plantas tienen otras virtudes: limpian el aire, ayudan a regular la humedad reduciendo el calor y contribuyen a mantener la biodiversidad, entre otras ventajas.