La ciencia avanza cada vez más rápido, ofreciendo soluciones a problemas cotidianos de nuestras vidas y curando enfermedades que, hasta no hace muchos años, no tenían tratamiento. Sin embargo, dentro del propio ámbito científico sigue existiendo una materia pendiente: la igualdad. Y es que, según datos de la UNESCO, solo 1 de cada 3 investigadores es mujer, y únicamente se ha alcanzado la paridad en el sector en el 30% de los países.
En el ámbito educativo, si bien la tendencia general es que en el número de alumnas matriculadas en carreras universitarias aumente, en las carreras científicas y relacionadas con el ámbito de la salud, “las mujeres representan un porcentaje mínimo”, tal y como afirma Rosa María Albaladejo, profesora del Máster Universitario en Nutrición y Salud de VIU.
La docente señala que en el mundo de la salud las mujeres son mayoría en prácticamente todas las disciplinas. Sin embargo, destaca, “en cuanto vemos las investigaciones llevadas a cabo en estas disciplinas, no se ve reflejado el porcentaje tan alto de mujeres. Una de las posibles causas es que en la mayoría de los grupos investigativos los líderes son hombres”
Con el fin de cambiar esta percepción y promover el empoderamiento femenino se celebran días como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Por su parte, Beatriz Valles-González, directora del Grado en Logopedia de VIU, opina que la participación de las mujeres en la ciencia es muy importante, e incide en que el que una mujer “se dedique cien por cien a la investigación no quiere decir que vaya a descuidar otras áreas de nuestra vida como la maternidad o la socialización”. Lo dice porque, aún hoy en día, muchas mujeres se tienen que enfrentar a ciertos comentarios derivados de su actividad profesional.
Elisa Nespoli, directora del Curso de Experto Universitario en Astronomía Observacional de VIU, coincide en que “es importante que todo el mundo tenga acceso a la formación superior y que el trabajo de hombres y mujeres sea reconocido en todos los ámbitos, también en el científico”. Además, brinda un consejo a las mujeres que estén interesadas en estudiar una carrera científico-técnica: “Ten claro lo que te apasione y no lo pierdas de vista. Encuentra referentes femeninos, lee, infórmate, y no te dejes influenciar por tu entorno si este no te ve por lo que eres y lo que vales”.
La solución está, en palabras de Rosa Albaladejo, en “las enseñanzas Primaria y Secundaria”, cuyo papel es “fundamental en alentar, así como ayudar a que la brecha vaya disminuyendo cada año”. Como retos para el futuro, la docente de VIU incide no solo en ayudar a que las niñas “tengan en cuenta carreras más tecnológicas en sus elecciones, sino en que haya referentes femeninos en todas que puedan servir de motivación, y no de sexualización de profesiones”.