En la era digital actual, los centros de datos desempeñan un papel fundamental en la infraestructura de TI, ya que brindan soporte a una variedad de aplicaciones y servicios que se encuentran en constante evolución por la demanda de los usuarios.
Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expone en un informe que la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) está actualmente ejerciendo presión sobre los servicios públicos eléctricos tradicionales, esto debido a que requiere grandes cantidades de energía para el procesamiento y almacenamiento de datos. De hecho, Scientific American advierte que si la IA sigue penetrando a este nivel, entonces cada centro de datos experimentará un crecimiento del 10% en su consumo energético.
El consumo de energía eléctrica es el principal insumo utilizado por la industria. Según información de DCD algunos de los centros de datos más grandes del mundo pueden contener decenas de miles de dispositivos TI y requieren más de 100 megavatios (MW) de capacidad de energía.
Esto hace que sea necesario encontrar formas innovadoras de construcción utilizando menos energía eléctrica, incrementar tecnologías que aporten ahorro energético y aprovechar mejor la energía disponible, todas ellas estrategias clave para abordar estos desafíos y encontrar la Ruta de la Sostenibilidad para los data center.
Reducir la dependencia de energía no renovable es una prioridad para los centros de datos y para hacerlo existen una serie de factores como el monitoreo, la optimización de la carga de TI, el control ambiental y la gestión operativa.
Una encuesta de Siemens y DCD muestra que las baterías de iones de litio es la tecnología más prometedora para el almacenamiento de energía de los centros de datos. Además, existen proyecciones a futuro de otras soluciones que podrían destacar en América Latina, como el software de gestión de energía, y la modularidad y flexibilidad.
Desde la perspectiva de Vertiv, también han sido identificadas estas soluciones para reducir la huella de carbono:
- Uso de energías renovables: La adopción de fuentes renovables, como las energías solar o eólica, puede tener un efecto significativo en la reducción de la huella de carbono. En este contexto América Latina cuenta con una gran abundancia de fuentes de energía limpia.
- Implementación de sistemas de enfriamiento eficientes: Los nuevos diseños de enfriamiento tienen la obligación de mantener un rendimiento óptimo y prevenir los problemas relacionados con el calor generado por los servidores.
- Virtualización de servidores: Permite que varios servidores se ejecuten en una sola máquina física, lo que reduce la cantidad de energía necesaria para mantener los servidores en funcionamiento. La reducción promedio en la demanda de electricidad gracias a la virtualización podría disminuir entre un 15% a un 30% según Gartner, citado por Sustained Data Center.
- Diseños modulares: La infraestructura de centros de datos modulares está ganando terreno por sus beneficios identificados por Vertiv como de diseños energéticamente eficientes, reducción del PUE y del impacto ambiental controlando al mismo tiempo los costes.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la sostenibilidad no se limita solamente al consumo de energía; sino que en el proceso de encontrar la Ruta de la Sostenibilidad es crucial considerar la huella de carbono en todo el ciclo de vida de los productos. Desde la producción de equipos, la reintroducción de materiales, la responsabilidad en la gestión de recursos, hasta la fase de uso y disposición final, ya que cada etapa tiene un impacto ambiental.