En el último año, cientos de emprendimientos digitales nacieron en el Perú, obligados por el confinamiento y el cierre de negocios, producto del estado de emergencia por la pandemia COVID-19. Si bien muchos de estos emprendimientos tuvieron éxito, otros no corrieron la misma suerte, debido a que surgieron sin una adecuada planificación y sin conocer el entorno digital, factores de suma importancia en este campo.
¿Cómo debieron proceder entonces estos negocios? Para Carlos Letts, director de la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), cinco son los puntos clave que debe seguir una persona para iniciar un emprendimiento digital.
La primera clave: tener un propósito definido. ¿Qué se quiere solucionar? Esa pregunta debe formulársela el emprendedor, quien debe encontrar un primer paso que le provoque dar. Esto llevará consigo una reacción en cadena. La segunda clave: encontrar negocios potenciales, identificar oportunidades, detectar un problema insatisfecho, una demanda no alcanzada por la oferta. ¿Cuál es el valor de tu solución?
En tercer lugar, el emprendedor debe entender que crear plataformas de comercio electrónico no es ciencia oscura. Abunda el entrenamiento virtual y audiovisual, gratuitos o sumamente asequibles. A la mano tiene plataformas de contratación profesional por proyecto. El mundo online se expande y es un reflejo de cómo nos hemos organizado, pero con muchas posibilidades de explorar situaciones irreplicables en el offline.
Como cuarto punto, el emprendedor debe ser consciente que también es un gestor de contenido. Eso lo lleva a capacitarse, a su ritmo, en temas de branding, identidad, lenguajes e interfaces digitales, habilidades de comunicación, etc.
Finalmente, como quinto principio, debe entender que nada está escrito en piedra: lidiar con la incertidumbre, valorar el aprendizaje de nuestros errores y fracasos, aceptar con humildad nuestra condición en el presente, crear comunidades digitales donde se encuentren gratitud y respeto, y tener al cliente como eje de todas las acciones desde que una idea de negocio se concibe son fundamentales para el correcto desarrollo del emprendimiento.
Si bien estas claves no garantizan el éxito -refiere el especialista-, dan un buen marco cognitivo para emprender en entornos digitales. “Lo que importa es la experiencia acumulada que pueda luego formar un MVP o Producto Mínimo Viable. Esto es una señal de que el emprendimiento digital no sólo es exitoso, sino también escalable en muchos mercados. Su propuesta de valor es muy atractiva”, refiere.
Letts añade que, en caso el emprendimiento no dé los frutos esperados, es importante ser persistentes y saber identificar las métricas relevantes, así como crear un sistema de levantamiento y análisis de datos. “Este tipo de herramientas se pueden conseguir integradas en la mayoría de plataformas digitales/redes sociales, o pueden complementarse con servicios de terceros. Lo importante es incorporar culturalmente este ejercicio”, anota. En tal sentido, para evaluar si un emprendimiento es productivo, este debe ser monitoreado y corregido semanalmente desde esa cultura de agilidad.
Finalmente, dijo que un tema no menos importante en el éxito de un negocio digital es la ejecución de una correcta segmentación de clientes. Mencionó que ello permitirá afinar mejor la propuesta de valor para cada uno. La personalización -puntualiza- es crítica en un emprendimiento digital.