Recientemente la Comisión Europea (CE) anunció que había llegado a un acuerdo tentativo con Google luego de casi cuatro años desde que se inició la investigación contra el gigante tecnológico por supuestamente infringir las normas de libre competencia en el mercado de búsquedas en internet.
En esta investigación antitrust lo que se planteaba era que Google venía abusando de su posición dominante en el mercado de búsqueda en Internet y publicidad para favorecer sus propios productos y servicios en los resultados de búsqueda. Cabe destacar que según se indica, Google es utilizado en aproximadamente el 90% de las búsquedas en muchos mercados europeos, y aproximadamente en el 70% de las búsquedas en Estados Unidos. Así, Google enfrentaba la posibilidad de recibir una multa muy fuerte (se hablaba de 5 mil millones de dólares o el 10% de sus ingresos en 2012) si era hallado culpable de la acusación de abuso de posición dominante que le habían hecho algunos competidores, entre ellos Microsoft (en total fueron 18 acusaciones).
En noviembre de 2010, luego de recibir las acusaciones contra Google, la CE inició una investigación en la cual determinó que habían indicios de una práctica abusiva, por lo cual en marzo de 2013 informó a Google sus conclusiones preliminares. Particularmente, a la CE le preocupaba que las prácticas de Google podrían afectar a los consumidores reducir las opciones y sofocar la innovación en los ámbitos de los servicios de búsqueda especializados y la publicidad de búsqueda en línea. En ese contexto, en abril de 2013 Google envió a la CE sus primeros compromisos para evitar seguir incurriendo en las conductas que la CE había observado. Luego de las respectivas consultas con los competidores de Google, la CE determinó que estos compromisos no eran suficientes, por lo que le pidió al gigante del internet que mejore dichos compromisos. Luego, en octubre de 2013 Google volvió a remitir a la CE sus compromisos incorporando algunas mejoras, aunque estos tampoco fuero suficiente para la CE.
Sin embargo, la última propuesta de Google parece haber convencido a las autoridades de competencia europeas. En concreto, la propuesta de Google se puede desagregar en tres puntos:
- Google dará a los proveedores de contenidos una extensiva exclusión voluntaria por el uso de su contenido en los servicios de búsqueda especializados de Google si así lo desean, sin ser penalizado por Google.
- Google eliminará los requisitos de exclusividad en sus acuerdos con las editoriales para la prestación de los anuncios de búsqueda, y
- Google eliminará las restricciones sobre la capacidad de las campañas de publicidad de búsqueda para ejecutarse en plataformas de publicidad que compiten en esta categoría.
Además, un aspecto importante de la propuesta es que el cumplimiento de estos compromisos por parte de Google sería supervisado por una institución independiente.
Con esto las autoridades de competencia de Europa parecen estar tranquilas. competidores. Las palabras de Joaquín Almunia, Comisario Europeo de la Competencia, han sido las siguientes: «Creo que la nueva propuesta obtenida de Google después de las conversaciones largas y difíciles ahora puede abordar las preocupaciones de la Comisión. Sin impedir a Google mejorar sus propios servicios, proporciona a los usuarios una opción real entre los servicios de la competencia que se presentan en una forma comparable, entonces depende de ellos para elegir la mejor alternativa. De esta manera, tanto Google y sus rivales estarán en capacidad de promover la innovación y mejorar sus ofertas. Pasando esta propuesta en una obligación jurídicamente vinculante para Google garantizaría que las condiciones de competencia son a la vez restaurar rápidamente y mantenerse en los próximos años.»
Entonces, los resultados de las búsquedas con Google variarán ligeramente, ya que ahora se podrán ver resultados alternativos a los de Google. Por ejemplo, en el caso de las búsqueda de productos.
Y en el caso de la búsqueda de lugares o locales los cambios serán así:
Finalmente, estos acuerdos serán sometidos a la opinión de los competidores de Google, para que la CE pueda emitir una resolución final