De cara al lanzamiento de la nueva versión de Iphone, una de las nuevas prestaciones será el Face ID, que utiliza reconocimiento facial. A continuación explicamos cómo funciona para entender cómo es utilizada y aprovechada esta tecnología también en otras áreas.
El reconocimiento facial era una tecnología restringida a ambientes de alta seguridad. Pero esta característica se está volviendo atractiva para un grupo más amplio de industrias y aplicaciones.
En la práctica, el reconocimiento facial hace una comparación entre los rostros capturados en el video en tiempo real y una base de datos de imágenes almacenadas. Cuando un rostro es capturado por la cámara, la comparación se produce en tiempo real y permite o niega el acceso, o incluso acciona una alarma para alertar a las partes interesadas para que se tomen las medidas adecuadas.
Una estación de ómnibus en Madrid, España, redujo el número de incidentes de cinco por día a cinco al mes después de adoptar una tecnología de reconocimiento facial con cámaras del fabricante sueco Axis Communications.
Sin embargo, el uso del reconocimiento facial hoy va mucho más allá de la seguridad. El entrecruzamiento de la imagen del rostro de clientes con una base de datos puede permitir que los minoristas, hoteles y bancos identifiquen rápidamente a aquellos candidatos a una atención VIP, por ejemplo.
Además de esto, reconocer una expresión facial se está convirtiendo en una herramienta poderosa de Business Intelligence. Un shopping en Finlandia, llamado Rajalla På Gränsen, está a la vanguardia del comercio minorista a nivel mundial después de adoptar tecnologías que analizan el género, la edad aproximada y hasta las expresiones faciales de quienes circulan por los pasillos.
“El concepto de reconocimiento facial se está popularizando gracias a los avances tecnológicos recientes, que aumentan la precisión del sistema aunque la persona esté usando sombrero, gafas oscuras y otros accesorios», explica Andrei Junqueira, Gerente de Ventas de Axis Communications.
«Estamos teniendo mucha demanda por parte de estadios que quieren negar la entrada de hinchas violentos, por ejemplo, o estaciones de transporte público que quieren reconocer sospechosos automáticamente. Es probable que esta tecnología gane aún más popularidad en los próximos años «, complementa Junqueira.