Con la llegada de las vacaciones de julio, muchas familias aprovechan la oportunidad para viajar y descansar del acelerado ritmo de la ciudad. Por ello, Ford comparte estos útiles consejos y aclara algunos mitos y verdades sobre la conservación de piezas y equipos automotrices:
- Batería: proporciona energía eléctrica a todo el auto, incluyendo el motor de arranque, el sistema de encendido y el sistema eléctrico cuando el motor no está conectado. Cuando el vehículo no esté funcionando, mantenga la llave de encendido en la posición «apagado» y evite utilizar durante mucho tiempo la iluminación interna, los focos, el sistema de sonido y la ventilación, para no descargar la batería. No olvide revisarla trimestralmente, aunque esté sellada.
- Neumáticos: manténgalos en buenas condiciones y nunca circule con neumáticos lisos o fuera de la calibración recomendada por el fabricante. Las llantas desgastadas tienen una capacidad limitada de adherencia. El límite de desgaste indicado siempre debe respetarse y la presión debe ser monitoreada semanalmente.
- Alineación y balanceo: se debe realizar en conjunto con los cambios de neumáticos, pero el auto también «avisa» cuando algo no está bien. Si se mueve hacia la derecha o a la izquierda cuando se libera el volante por un corto período, es hora de alinear la dirección. Si el volante vibra o el auto presenta ruidos de rodaje a determinadas velocidades, puede ser necesario el balanceo de los neumáticos, lo que ayuda a que las ruedas giren sin provocar vibraciones, evita el desgaste irregular, mejora la conducción, la seguridad y el ahorro de combustible.
- Aceite del motor: el propietario del vehículo puede comprobar fácilmente el nivel de aceite. Con el motor frío y en una superficie plana, basta con retirar la varilla y comprobar la marca. Si es necesario el cambio, acuda a un punto de la Red de Servicio Técnico de Ford. Manténgase atento al kilometraje o al tiempo indicado en el manual, el que orienta también sobre el producto que se debe utilizar. Solo rellene si el nivel está cerca del mínimo y siempre con aceite de la misma especificación.
- Combustible: quien piensa que andar con combustible en la reserva hace que el auto pese menos está equivocado, es más, esta práctica puede perjudicar el funcionamiento. Al mantener un nivel bajo, cualquier impureza presente en el fondo del tanque puede ser transportada a los inyectores y obstruirlos, causando fallas en el motor. Además, cuanta menos gasolina hay en el estanque, mayor es la cantidad de aire, favoreciendo la evaporación y aumento en el consumo. Cargue combustible tan pronto como la luz de advertencia se encienda.
- Pastillas de freno: se recomienda una inspección periódica cada 10 000 kilómetros. Si se oyen ruidos provenientes del sistema de frenos, como un silbido, puede que el material de fricción esté gastado. Aplazar el cambio pone en riesgo la seguridad y además genera desgaste en otras piezas del sistema, como el disco de freno.
- Plumillas de limpia parabrisas: las plumillas desgastadas no quitan el agua de lluvia adecuadamente y pueden dejar rayas, perjudicando la visibilidad y la seguridad. Además, es importante conservar el parabrisas limpio y siempre comprobar el nivel de agua del limpiador.
Recuerda que realizar una correcta revisión periódica, según manual del propietario, es sinónimo de tranquilidad, economía y, principalmente, seguridad para “Llegar más lejos”.