Por: Raysa Berdejo Mergoni, magister en Psicopedagogía y supervisora de Capacitación Docente de la Universidad Continental.
Las universidades son las grandes incubadoras que forman a nuestros futuros líderes. Por ello, deben estar preparadas para afrontar los retos de la Cuarta Revolución Industrial, donde nuestros maestros son la pieza fundamental para acortar las brechas entre los estudiantes y los avances tecnológicos. De esta manera, tiene la misión de formar profesionales emprendedores para solucionar problemas reales de su entorno a través de la innovación,
Ante ello surge la pregunta: ¿En qué necesitan entrenarse los maestros para estar preparados y poder atender estas nuevas demandas que exige la nueva era? Lo primero es romper ciertos paradigmas impuestos por la educación tradicional y crear nuevas metodologías innovadoras en donde sus espacios de aprendizaje dejen de ser una simple transferencia de contenidos y se conviertan en escenarios de cooperación multidisciplinaria, donde los estudiantes sean capaces de desarrollar sus propios conceptos. Para lograr ello, es fundamental que pongan en práctica todas sus habilidades y los maestros deben retarlos constantemente a resolver problemas que afectan a nuestra sociedad. De esta manera, los impulsamos a proponer soluciones disruptivas y transformadoras. Es decir, serán capaces de crear impacto positivo al mismo tiempo que desarrollan habilidades blandas como la empatía y la resiliencia. Remarco el tema de habilidades blandas, ya que urge fomentar la colaboración, diálogo y respeto.
Entonces un maestro no solo debe dominar la temática que va a impartir, debe entrenarse en el desarrollo de competencias y habilidades blandas, en nuevos métodos de enseñanza y de evaluación, en dominar nuevas tecnologías acortando la brecha entre un robot -que puede poseer toda la información para resolver un problema- y la combinación de habilidades, talentos y competencias que posee la persona para resolver un problema.
El reto es muy grande y la urgencia del cambio se hace imprescindible para los responsables de la educación. La innovación no necesariamente conlleva una gran inversión económica o solo tener ganas de hacer cosas diferentes. Debemos tomar conciencia que el mundo ha cambiado y seguirá haciéndolo, aunque suene a cliché es una realidad que tenemos que afrontar y aprender a convivir con ella. Creemos redes entre maestros que permitan un intercambio de experiencias, metodologías, técnicas, recursos y herramientas tecnológicas, y sobretodo recomendarles que estén vigilante a los cambios en la educación universitaria en una época altamente tecnológica.