En un reciente comunicado, la GSMA (organización de operadores móviles y compañías relacionadas) señaló que a medida que la pandemia del COVID-19 se extiende por todo el mundo, el distanciamiento social y las directivas sobre la permanencia en el hogar han impulsado un aumento sin precedentes en los volúmenes de tráfico de las redes. Sin embargo, con el apoyo y la cooperación de usuarios, plataformas de contenido y gobiernos, los operadores confían en poder manejar las demandas adicionales y garantizar la vital conectividad.
La GSMA señala también que es alentador ver a los actores involucrados trabajando juntos para garantizar que la conectividad no se vea comprometida por estas circunstancias inesperadas: los principales proveedores de servicios vía streaming han reducido su tasa de bits de video, algunos gobiernos han categorizado a las telecomunicaciones (y a su personal) como esenciales y algunas autoridades regulatorias han asignado espectro adicional para gestionar el alza de tráfico. Los operadores están tomando diferentes medidas, no solo añadiendo capacidad y trabajando con los usuarios para que se usen las redes móviles de manera responsable, sino también brindándoles acceso sin costo (zero-rating) a sitios web esenciales y servicios de dinero móvil, por ejemplo.
En este espíritu de cooperar y hacer lo correcto para la sociedad y la economía, la GSMA compartió algunas medidas que podrían ser tomadas por gobiernos y reguladores (dependiendo de las necesidades individuales de cada mercado) para colaborar en continuar proporcionando conectividad vital durante esta crisis:
Resiliencia de las redes
Como resultado de que más personas trabajan desde sus casas, interactúan en línea y acceden a servicios digitales, las redes móviles en algunos países están experimentando inicialmente un aumento de hasta 50% en el tráfico de voz y hasta del 30% en el tráfico de datos. Los operadores móviles están actuando rápidamente para gestionar este cambio significativo en la demanda de tráfico. Aunque en la mayoría de los mercados las redes móviles están respondiendo bien gracias a las continuas inversiones en capacidad, las siguientes medidas temporales podrían aliviar la presión sobre éstas:
- Gestión de red: brindar flexibilidad y certidumbre regulatoria para que los operadores administren el tráfico y los parámetros de calidad de servicio, y así poder garantizar la resiliencia de las redes y el acceso a todos los servicios por parte de usuarios y empresas.
- Equipamiento de red: clasificar a los equipos de red como infraestructura esencial para agilizar los procesos aduaneros y logísticos de manera de acelerar su adquisición y entrega a los operadores.
- Espectro: en consulta con la industria, autorizar a los operadores para implementar la tecnología móvil más adecuada y compatible en las bandas de espectro que poseen, y otorgar acceso temporal sin costo a espectro adicional de emergencia según sea necesario.
- Sitios móviles: agilizar los procesos de planificación y el acceso a los lugares físicos para facilitar la instalación rápida de equipamiento adicional en sitios nuevos y existentes.
- Compartición de infraestructura: permitir a los operadores trabajar juntos en la planificación y compartición voluntaria de infraestructura con el fin de satisfacer las demandas excepcionales de conectividad.
Flexibilidad para el personal y priorización de actividades relacionadas con la crisis
Las recomendaciones sanitarias para enfrentar esta pandemia se centran en el principio del distanciamiento social, y varios gobiernos han introducido medidas para quedarse en casa. Muchas de estas medidas clasifican a los trabajadores de telecomunicaciones como personal esencial, permitiendo así continuar con el suministro de conectividad. Las siguientes medidas ayudarían a los operadores a cumplir con las recomendaciones de distanciamiento social sin interrumpir las actividades operativas críticas.
- Personal esencial: eximir al personal de telecomunicaciones y subcontratistas que realizan funciones relacionadas con la continuidad de los servicios y el despliegue de nuevos servicios e instalaciones de las estrictas medidas de distanciamiento social.
- Canales digitales: brindar a los operadores la flexibilidad para cumplir con las obligaciones de atención y comunicación con los usuarios, minimizando el contacto cara a cara y ofreciendo canales digitales alternativos; ajustar las exigencias que impiden tal flexibilidad.
- Plazos reglamentarios: ajustar las revisiones y reportes regulatorios para que los operadores puedan priorizar las actividades vinculadas la continuación del servicio en el marco de la presente emergencia.
Abordaje responsable de la conectividad digital
La industria móvil es consciente de su responsabilidad de proporcionar conectividad a todos los suscriptores, en particular a los usuarios vulnerables. Los operadores se comprometen a trabajar con gobiernos, autoridades y usuarios para encontrar enfoques pragmáticos, sostenibles y responsables para satisfacer las necesidades vitales de conectividad durante esta crisis. La GSMA recomienda las siguientes medidas:
- Conectividad continua: convocar a un diálogo con los operadores móviles para ayudar a los usuarios que, debido al impacto económico del COVID-19, tienen dificultades para recargar su teléfono prepago o pagar su factura.
- Usuarios vulnerables: apoyar las iniciativas de los operadores dirigidas a los usuarios vulnerables, relajando las barreras regulatorias y permitiendo la flexibilidad comercial para ofrecer tarifas especiales y acceso zero-rating a servicios y sitios web específicos, reconociendo al tiempo la importancia de contar con redes móviles robustas y sostenibles.
- Interacciones digitales: para favorecer la cohesión social, así como el uso de las comunicaciones y transacciones digitales durante esta crisis, se invita a reducir o eliminar impuestos específicos del sector, dispensar de impuestos y tasas especiales sobre comunicaciones móviles, datos, transacciones de dinero móvil y gateways internacionales (IGW).
La crisis del COVID-19 ha puesto en evidencia el carácter de la conectividad digital como una necesidad absoluta de la vida moderna, y una herramienta en la que se puede confiar mientras los gobiernos trabajan para proteger a los ciudadanos y salvar vidas. Según la GSMA, estas recomendaciones regulatorias son propuestas con el espíritu de trabajar juntos para ayudar a toda la humanidad a superar esta crisis de salud pública.