Autor: Gonzalo Aravena, Director de Proyectos Hikvision Perú
Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), en el 2019 se registró el índice más alto de accidentes de trabajo en el Perú. De 20.115 casos, que se reportaron en el 2018, pasó a 34.800 y de esta cifra, 236 fue el número de muertes de colaboradores.
Este panorama demuestra que la prevención de accidentes laborales sigue siendo un reto para las organizaciones. Sin embargo, en el transcurrir de los años la tecnología viene asumiendo funciones para mejorar y facilitar la vida del ser humano. Gracias a estos avances, la industria ha dado giros importantes para adaptarse a diferentes ámbitos, uno de ellos enfocados a mejorar la seguridad de los colaboradores.
¿A qué se deberá la inserción de la tecnología para reducir los riesgos a los que está expuesto un trabajador? Una de las principales problemáticas por parte de las organizaciones es el no creer sobre los posibles riesgos a los que están expuestos los trabajadores y por otro lado, no incluir en las medidas de prevención innovadoras. Es en este último punto, es cuando las tecnologías inteligentes de videovigilancia, se viene consolidando como una oportunidad para mejorar y controlar procesos críticos e identificar situaciones de riesgo.
Tenemos conocimiento que la función principal de un sistema de videovigilancia es obtener registro de las imágenes ante posibles actos que pongan en peligro la operación del negocio. Sin embargo, la posibilidad de obtener registros de baja calidad o nitidez era muy recurrente ¿A qué se debía esta situación? Esto dependía de las condiciones ambientales de poca luz o contaminación lumínica por los focos o tiras reflectantes. Hoy, gracias a los avances se puede llegar a identificar los riesgos ocultos de forma más rápida y fácil, obteniendo una respuesta más rápida por parte del equipo de seguridad y así proteger a los trabajadores.
Adicional a lo anteriormente mencionado, se suma la tecnología con aprendizaje profundo (Deep Learning), para identificar y responder a los riesgos en materia de salud y seguridad de manera automática y en tiempo real. Concretamente, las cámaras pueden controlar los horarios laborales de los trabajadores y evitar dobles turnos de un trabajador, no respetar descansos médicos, etc. Además, identificar posibles desvíos e incumplimientos en los procedimientos internos aprobados, entre otros. De esta manera garantizaríamos la llegada del personal antes de que ocurra el accidente o daño
Por otro lado, los trabajadores pueden realizar ciertas labores de manera remota, sin acceder a zonas peligrosas, que ponen en riesgo su integridad física. De este modo, mejora su calidad de vida, disminuye costos en implementos de seguridad y previene enfermedades que se puedan presentar por realizar trabajos repetitivos o de alto impacto para el trabajador.
Finalmente, cabe indicar que la tecnología, transformada en inteligencia artificial, puede representar hasta un 40% de ahorro en procesos determinados a seguridad y salud para las empresas. También está el prevenir accidentes laborales y mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, lo que en términos de números sea mucho más valioso para las compañías.