Por Augusto Fabozzi, gerente general de Oracle.
El 20 de noviembre no es un día cualquiera. A nivel mundial se celebra el Día Universal del Niño y se conmemora la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959), así como la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
Todos los miembros de nuestra sociedad desempeñan un papel clave en el bienestar de la infancia. Pero también nos invita a la reflexión. ¿Qué podemos aprender de los niños en un mundo que cada vez más nos obliga a sumergirnos en la tecnología?
Estos últimos meses, el mundo tuvo que adoptar con urgencia herramientas tecnológicas de las que se ha hablado por años. La llamada transformación digital de la que tanto se ha discutido en diversos foros, hoy se convirtió en una necesidad imperiosa que nos llegó de golpe, con instituciones en distintas condiciones para implementarla.
La transformación digital y la expansión de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) desempeñan un papel central para densificar y diversificar la matriz productiva de América Latina, objetivo crucial en la coyuntura actual.
Según un estudio realizado por el Instituto Global McKinsey, para 2030 serán alrededor de 800.000.000 empleos los que se podrían reemplazar por máquinas. En ese contexto, aumentará la demanda por profesionales ligados a carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), las que promueven el desarrollo de habilidades transversales que permitan abordar problemas de manera multidisciplinaria; fomentando que las personas desarrollen sus cualidades innovadoras, autosuficientes; y refuercen su pensamiento lógico y crítico.
Es por ello, que resulta crítico cultivar la educación de las niñas y los niños de nuestra generación, quienes serán los líderes digitales de esta revolución. Y sí, la educación STEM será crítica para ellos, pero también no olvidemos la formación integral de otro tipo de habilidades relacionadas a los planos cognitivo, social e intrapersonal, que apoyan el desarrollo integral del ser humano, son fundamentales para navegar en un escenario incierto y desconocido. Tener pensamiento crítico, ser colaborador y empático, y capaz de tomar iniciativas, constituyen habilidades que se requieren sin importar la industria a la que se pertenezca.
Los niños y niñas necesitarán estás cualidades; no para solo estar actualizados con la tecnología, sino también equipados para enfrentar este mundo que muta velozmente, donde las formas en que hacemos nuestros trabajos o llevamos nuestras relaciones serán reemplazadas por otras aún desconocidas. Especialmente en un contexto en que nuestras economías y los puestos de trabajo han sido duramente golpeados.
Según data del INEI, el grupo de jóvenes entre 14 y 24 años fue el más golpeado durante la pandemia. Mientras que entre abril y junio del 2019 el número de jóvenes con trabajo en Lima Metropolitana era de 950 mil, la cifra cayó el mismo periodo de este año, pues se registró solo 390 mil jóvenes dentro de la PEA (población económicamente activa).
Desde Oracle tenemos un compromiso con la juventud y esperamos recibir en un futuro a los niños y niñas de hoy en nuestro programa de pasantías Generation Oracle, una iniciativa que evalúa a los candidatos no tanto por sus habilidades técnicas, edad o conocimientos, sino por su identificación con el propósito y los valores que guían el trabajo de nuestra compañía en el día a día. Además, actualmente el 55% de los Gen-O son mujeres. ¡Los esperamos!