La nueva normalidad ha traído consigo una serie de beneficios y oportunidades, pero también nuevos inconvenientes y dolores de cabeza. Uno de ellos es la saturación de las redes de Internet domésticas, debido a la simultaneidad de conexión y el mayor consumo de recursos informáticos en estos días de reinicio de clases, teletrabajo y demás actividades virtuales.
Una pregunta obligada en este contexto, es si es posible mejorar la experiencia de las clases virtuales sin afectar otras actividades del hogar. Para Víctor Jáuregui, miembro del directorio de WIN, la respuesta es sí, pero a partir del uso de tecnologías modernas y un buen servicio de Internet, que se caracterice por ser veloz, estable y simétrico.
“La experiencia de un usuario en clases virtuales y teletrabajo depende mucho del ancho de banda, las aplicaciones y la concurrencia de usuarios. Por lo tanto, si tienes un ancho de banda suficiente para tener todas tus aplicaciones corriendo, va ser mucho mejor. Una conexión de fibra óptica, garantiza un mayor ancho de banda, y por lo tanto la posibilidad de que más usuarios se conecten a la vez”, explica Jáuregui.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el de la velocidad de conexión, que influirá mucho en el tipo de trabajo que se realice, las aplicaciones a utilizar y la concurrencia de usuarios dentro del hogar. Velocidad y ancho de banda son dos conceptos que van de la mano, y una analogía común para explicarlos es que el ancho de banda sería la tubería, y la velocidad la presión del agua que circula por ella.
“Según nuestras mediciones, una velocidad ideal para una buena experiencia de teletrabajo y clases virtuales, sería a partir de 30 a 40 megas como mínimo. Pero además del factor velocidad, actualmente es necesaria la simetría, es decir, una misma velocidad de envío y de descarga. Eso es algo que sólo te garantiza la fibra óptica”, añade el especialista.
Pero más allá de lo señalado, otros puntos a tener en cuenta para mejorar la conectividad, serían el de la ubicación del router dentro de la casa, el uso preferente de una conexión alámbrica (a través de un cable Ethernet), y la elección de dispositivos inalámbricos adecuados, como repetidores o tecnologías como la del Mesh.
“Es importante definir donde va ir tu conexión, el lugar fijo donde va estar ubicada. Esto es relativamente importante porque de ahí va partir tu señal WiFi e incluso el cableado, porque yo siempre recomiendo que dentro de lo posible se utilice Internet por cable. Otro detalle es dónde voy a hacer uso del servicio, es decir, dónde voy a trabajar o recibir mis clases virtuales”, señala Jáuregui.
Este último punto tiene relación con el uso de repetidores y dispositivos Mesh, que ayudan en la mejora de la recepción de señal inalámbrica dentro de la casa. Sobre los repetidores, Jáuregui explica que funcionan configurando nuevas redes, es decir, retransmitiendo la señal de los dispositivos a su alrededor, incluso algunas que no están permitidas.
“El Mesh es un poco más elaborado. Lo que va a hacer es distinguir entre una y otra señal, y decir, ok éstas son las que están configuradas para mi red de la casa y sólo éstas las retransmito a mi router, entonces al router no le está llegando más información de la necesaria. Lo otro, es que por lo general los Mesh ya vienen con antenas de 2.4 y 5 GHz, entonces tienes múltiples métodos de acceso, incluso algunos tienen hasta tres radios, uno dedicado para el router, otro para tu PC, celulares, etc.”, añade.
Tener en cuenta estos consejos y nuevas tecnologías, es crucial en esta nueva etapa de las relaciones de trabajo y educación. La nueva normalidad ha llegado para quedarse y la transformación digital no es sólo una cuestión de interés para las empresas e instituciones, sino también para los hogares.