La idea de que las matemáticas son difíciles, aburridas y que no tienen conexión con la vida cotidiana ya quedó en el pasado. Y es que, aunque no lo notemos, las utilizamos constantemente en nuestra vida diaria: al hacer compras, al calcular cuántos minutos tardaremos en llegar a un lugar y al gestionar nuestro tiempo; incluso cuando jugamos video juegos, utilizamos conceptos y hacemos cálculos numéricos.
“La matemática debemos verla como una forma de pensar y de vivir, porque sin ella sería sumamente complicado cumplir tareas cotidianas como preparar una receta u organizar tus finanzas. Es fundamental considerarla la aliada perfecta en la toma de decisiones” afirma Miguel Ramos, pedagogo de Innova Schools. Sin embargo, también asegura que —más allá de facilitar nuestro día a día— son esenciales para desarrollar muchos aspectos del pensamiento.
Especialmente en la edad temprana, las matemáticas son elementales para el desarrollo mental de los niños. “Los ayuda a ser lógicos, también a razonar ordenadamente y a tener una mente preparada para el pensamiento crítico y la abstracción,” añade Ramos. Y eso no es todo: considera además que los números nos enseñan a tolerar la frustración, a ser estratégicos, a tomar decisiones informadas y a ser creativos.
Adriana Elizabet González Crisólogo —escolar de 10 años que cursa el cuarto grado de primaria— recomienda perderle miedo a esta ciencia, asegurando también que la única forma de lograrlo es practicándolas. “Lo más interesante sobre las matemáticas es que los problemas que se plantean son situaciones reales, por lo que nos prepara para interactuar en la sociedad”, detalla.
Fabricio Infantes Pinedo, estudiante de 14 años de tercero secundaria, lo dice de forma muy sencilla: “las matemáticas sirven para todo y me ayudarán mucho más adelante”. Hoy las utiliza para tareas simples como organizar su tiempo, calcular la cuenta de sus compras y medir los minutos de sus viajes; sin embargo, asegura que en el futuro las utilizará para desarrollar una carrera como ingeniero civil o arquitecto.
Las matemáticas son cada vez más atractivas para estudiantes como Adriana y Fabricio, gracias a la evolución en los métodos pedagógicos. Si bien antes se enseñaba de una forma mecánica y desconectada de la realidad, en la que los niños aprendían de memoria los procedimientos sin entenderlos, actualmente el docente construye los aprendizajes con la participación activa de sus alumnos para garantizar así la absoluta comprensión de las teorías y fórmulas.
“Los estudiantes aprenden más cuando tienen la oportunidad de encontrar sus propias respuestas, guiados por sus maestros”, concluye el pedagogo de Innova Schools, incentivando también a los profesores a incluir en sus metodologías ejercicios basados en experiencias reales y prácticas, recordándonos además el mensaje más importante: debemos reforzar constantemente la conexión entre las matemáticas y la vida diaria.