Por: Tonny Martins, Gerente General de IBM en Latinoamérica.
No hay mejor día que el Día del Mundial del Medioambiente para que cada uno de nosotros se pregunte: ¿estoy contribuyendo todo lo que puedo para reducir la huella medioambiental? El impacto de nuestras acciones en el medioambiente es algo que cada vez debe estar más presente, no solo en lo que cada uno de nosotros hace individualmente, sino también en cómo ayudamos a nuestras organizaciones a colocar dichas acciones en el corazón de los valores y estrategia de negocios corporativa.
Si bien, la sostenibilidad no es un tema nuevo, ha ganado mayor relevancia en el último año. En un estudio reciente del IBM Institute for Business Value (IBV), 9 de 10 consumidores encuestados reportaron que la pandemia de COVID-19 afectó sus puntos de vista sobre la sostenibilidad medioambiental, volviéndolo algo cada vez más relevante y clave a la hora de elegir comprar una marca o producto.
Hoy, nadie tiene una fórmula mágica para contar con una cultura o procesos más sostenibles en todas las interacciones o puntos de contacto. Pero existen algunas acciones clave que nosotros como líderes y como empresas podemos realizar para ayudar a poner en funcionamiento la sostenibilidad a escala. A continuación, algunas de ellas:
- Aprovechar los datos. Los datos son un gran aliado para impulsar el cambio en las prioridades y prácticas empresariales. Una mayor transparencia permite a los consumidores, las empresas, los inversionistas y los gobiernos cambiar la forma en que compran, producen, venden, transportan, consumen y gobiernan, lo que, a su vez, tiene el potencial de transformar la manera en que operan las economías. Además, los datos se pueden aprovechar en procesos de negocio y toma de decisiones, y al combinarlos con una estructura de gobernanza medioambiental puede generar la transformación social necesaria para la sostenibilidad. Tecnologías como Analítica o Inteligencia Artificial pueden ser grandes aliadas para repensar lo que es posible, encontrar nuevas innovaciones y permitir formas efectivas de trabajar en pro de la sostenibilidad.
- Habilitar la co-creación. La creatividad e ingenio dan paso a nuevas soluciones para resolver diferentes problemáticas, incluso medioambientales. La co-creación de equipos diversos habilita un mejor entendimiento de los retos desde diferentes perspectivas, abriendo el rango de posibilidades. Estos espacios pueden generarse con empleados, clientes y aliados para iniciativas propias o promovidas por otras organizaciones. Por ejemplo, desafíos como Call for Code, invitan a la creación de aplicaciones de código abierto para combatir el cambio climático. A Call for Code se han sumado empresas, universidades, solucionadores de problemas, desarrolladores, científicos de datos, entre otros. En 179 países se han creado más de 15.000 aplicaciones que tienen el potencial de escalar globalmente.
- Crear espacios verdes urbanos. Las huertas son una excelente opción para tener alimentos frescos, mientras mejoramos la calidad del aire desde nuestros hogares u oficinas. Como anécdota, en IBM creamos una huerta urbana en el techo del edificio de Tutoria en Brasil. El proyecto comenzó a estructurarse en el último año, con el objetivo de generar un oasis verde en medio de un entorno urbano para proporcionar alimentos orgánicos a los empleados, ayudando a reducir las temperaturas en el edificio y limitando su huella de carbono. La huerta ya cuenta con casi 500 cajas en producción de verduras, hortalizas, tubérculos, especias y tés, beneficiando también a más de 60 familias en São Paulo que producen y suministran las plántulas a IBM.
Como estas, hay muchas otras acciones que se están llevando a cabo para que la transformación sostenible sea algo en lo todos podamos contribuir desde diferentes lugares: gobiernos, empresas, academia, comunidades, familias y personas. Sólo necesitamos aplicar nuestro ingenio y talento, para que, de la mano de la tecnología y la colaboración, lideremos el camino con pasos más grandes, más rápido.
¿Cómo vamos a cambiar el mundo hoy?