Con el número de personas vacunadas contra el COVID creciendo en el país (60% ya inoculada con dos dosis) se prevé que en los próximos meses comience el retorno de trabajadores a las oficinas, pero este regreso no consistirá volver en las condiciones anteriores a la pandemia.
Lo que al comienzo pudieron ser ventajas del home office, hoy muestran su lado menos positivo. El estar a cargo de los hijos o de las tareas domésticas, el cansancio de la conectividad tecnológica y, sobre todo, la pérdida de la relación cotidiana con los compañeros, hacen que la oficina se transforme en una especie de oasis que se añora por momentos y con nostalgia. No sólo por contar con un espacio libre de interrupciones y pausas, sino también por la interacción formal e informal entre colegas y equipos de trabajo, que genera colaboración, creatividad y mayor productividad.
En este sentido, los expertos apuestan decididamente que la flexibilidad y los modelos de trabajo híbridos llegaron para quedarse.
“La pandemia aceleró algunas tendencias que ya se visualizaban. El teletrabajo se instaló con fuerza el año pasado y aunque se ha demostrado que es posible trabajar desde casa, también se probó que la oficina se mantiene como un pilar fundamental en la interacción con colegas creando innovación, colaboración y productividad” afirmó Alexandra Campbell, directora general de WeWork Perú.
Hace solo unos pocos días, se realizó un estudio a los CEOs de las 500 empresas más poderosas a nivel global. El 53% de ellos aseguraron que dos o tres días a la semana en la oficina será la mejor combinación. El 39% dice que cuatro o cinco días, mientras que el 3% dice que un día o menos en la oficina.
Algo está claro, tanto líderes empresariales como colaboradores visualizan el futuro post pandemia bajo modelos flexibles que otorgan opciones a las personas para trabajar entre teletrabajo y espacios de oficina.
“Muchas empresas están entregando sus contratos inmobiliarios tradicionales, optando por obtener membresías con terceros como WeWork, consolidando una reducción de costos fijos, cargas operativas, y mejorando la calidad de vida de sus colaboradores al ofrecerles diferentes opciones y ubicaciones alrededor de las ciudades para ir a trabajar”, agregó Campbell.
La emergencia sanitaria ha acentuado la importancia de contar con espacios de bienestar. Por lo que los entornos de trabajo que se diferenciarán de los demás, serán aquellos que innoven en el campo del wellness y aborden un amplio espectro en términos de salud, más allá del espacio físico. Edificios y oficinas saludables, en cuanto a diseño y operación, serán los más solicitados.