En el mundo, la tendencia hacia la movilidad eléctrica es cada vez mayor. Solo para el 2030 se pronostica que circulen 100 millones de autos y más de un millón de autobuses eléctricos a nivel global. El Perú no es la excepción, ya que solo en el primer semestre del año, se comercializaron más de 500 vehículos electrificados, cifra mayor en 168.3% respecto a similar periodo del 2020, según indicó la Asociación Automotriz del Perú.
En esa línea, y en el marco del Día Mundial del Vehículo Eléctrico, Johnny Cuevas, Market Manager PGGI en Hitachi ABB Power Grids Perú, sostuvo que las ventajas de implementar esta alternativa en el Perú, aparte de las medioambientales, es que podría favorecer al sector con un mayor dinamismo a nivel económico, sobre todo, en la implementación de flotas de buses eléctricos para transporte masivo orientados a negocios.
“La movilidad eléctrica establece un ahorro importante al reemplazar el combustible fósil por carga eléctrica, que incluso puede ser renovable, reduciendo así las emisiones de CO2. Para el caso de la carga de buses, este ahorro representaría hasta un 80% en la reducción por costos de operación, si se compara con la inversión en diésel que se requiere para alimentar un bus estándar.” indicó Cuevas.
Así mismo, manifestó que en las ciudades donde se tiene un recorrido importante en kilómetros de rutas urbanas como es el caso de Lima o Arequipa, el retorno de inversión por la adquisición de un bus eléctrico – que un principio es elevado – se puede dar rápidamente en un rango de cinco a ocho años, tomando en cuenta el aprovechamiento de las eficiencias en costo de esta alternativa, y sumado al ahorro en tiempo de operación y mantenimientos.
Estos beneficios, se pueden ver reflejados con soluciones como la Grid-eMotion Fleet, una solución especializada para depósito y terminal que permite hacer carga de múltiples buses en paralelo a través de corriente continua (DC). Adicionalmente, cuenta con una operabilidad digital que permite saber en qué momento llegó el bus a cada estación, el número de viajes que realiza, la secuencia de carga eléctrica que lleva y/o necesita, el comportamiento de la tarifa de energía, su estado de carga real, entre otros.
Desafíos de la movilidad eléctrica
Con respecto a los avances de la movilidad eléctrica en el Perú, Cuevas indicó que pese a que la parte normativa ha dado pasos importantes a través de la publicación del borrador del reglamento técnico de la estructura de carga para buses y vehículos eléctricos por parte del Ministerio de Energía y Minas, en la parte de toma de decisiones políticas aún existe una brecha por resolver, y que debe ser atendida prontamente.
“Tomando en cuenta las experiencias de la región, como es el caso de Chile y Colombia, para la implementación progresiva de la movilidad eléctrica en el Perú, debe haber un sistema de incentivo a la inversión en conjunto con un programa de concesiones de ruta a través de fideicomisos, por ejemplo, que pueden trabajarse de la mano con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). Para ello, debe haber primero un ordenamiento de las rutas actuales para que pueda funcionar” finalizó Cuevas.