En los últimos años, la transformación digital se aceleró y esa situación, sumada a cambios en la forma de concebir el trabajo, está dando paso a grandes cambios en el mundo corporativo. En este sentido, Citrix Systems, Inc. analiza las principales tendencias que veremos desarrollarse y consolidarse en 2022.
Innovar: el verdadero pasaje al futuro
Dicen que innovar es una actividad de riesgo cuyo principal riesgo es no practicarla. En los últimos 2 años las empresas tuvieron que asumir el riesgo de innovar en un contexto adverso, cambiaron en muchos casos sus procesos de ventas, su manera de contactarse con los clientes y, por supuesto, la forma en la que trabajan sus empleados. Dieron pasos hacia adelante que en contextos más favorables no se habían atrevido a dar. Como resultado, las tecnologías que utilizaron para digitalizar su negocio y sobrevivir dieron lugar a nuevos modelos de negocio -desde la telemedicina y el aprendizaje virtual hasta el metaverso- que les permitirán prosperar en el nuevo año y más allá, y tener una nueva mirada sobre cómo la tecnología debe apoyar y apuntalar los cambios en el negocio.
Confiar en la virtualidad
Confiar en la virtualidad no es fácil después de tantos años donde la presencialidad fue el único método de trabajo. Sin embargo, la oficina cambió y hoy tiene competencia. Los espacios de trabajo digitales se posicionan con fuerza para poder hacer realidad el futuro híbrido del que todos hablamos. Todo esto sin perder de vista que ya sea en casa, en la oficina, de viaje o en cualquier otro lugar, los empleados deben poder participar y colaborar de forma segura, coherente y transparente. En el próximo año, las empresas continuarán redefiniendo el rol de la oficina a la par que mejoran sus espacios de trabajo digitales teniendo como norte que los empleados puedan acceder de forma segura y fiable a los recursos que necesitan para ejecutar el trabajo de forma eficiente y eficaz y colaborar con compañeros, socios y clientes a través de cualquier dispositivo, canal de trabajo o ubicación. Las políticas corporativas y la cultura empresarial deberán alinearse a estos cambios también.
Ya no se puede negociar la flexibilidad
¿Les pasa que algunas situaciones les generan una sensación de deja vu? ¿De haber observado que algo ya sucedió? En 2009, muchos trabajadores cambiaron sus empleos corporativos por la consultoría y el trabajo autónomo, creando la llamada «economía del trabajo». Y esto sucedió porque ya desde ese momento los empleados buscaban alcanzar cosas que siguen necesitando y demandando hoy: acuerdos flexibles, mejor balance entre su vida personal y profesional, trabajar desde dónde mejor lo puedan hacer. En una charla TED de 2014, Rainer Strack, experto de The Boston Consulting Group, planteó que, si el talento se convierte cada vez más en un recurso escaso, el desafío para las empresas será comprenderlos mucho mejor, conocer cuáles son sus preferencias laborales y sobre todo crear una cultura organizacional que los atraiga. De cara a 2022, las empresas deberán aprovechar los modelos híbridos de trabajo y las tecnologías digitales para generar una nueva clase de «trabajos con beneficios» que proporcionen la flexibilidad, el balance y la autonomía que anhelan los trabajadores sin poner en riesgo los datos.
Un mundo de conectividad total
Pensar en no estar conectado parece cada vez más imposible. El intercambio de datos, estar en contacto, la colaboración y las aplicaciones hacen que en nuestro día a día la conexión sea importante. Para los negocios, las aplicaciones, y sus datos asociados, son vitales. En ese sentido, avanzar en la expansión de las redes 5G, WiFi6 (802.11ax) y LoRa / LPWAN permitirá un cambio masivo en la conectividad, proporcionará el bloque de construcción fundamental para Edge Computing, e impulsará una gran cantidad de nuevas posibilidades en muchas industrias.
Automatización, una aliada para la seguridad
La seguridad de los datos en un contexto híbrido seguirá en la mira de las empresas. Pero a la par, el trabajo del departamento de TI se complica pasando a tener un rol cada vez más estratégico. En ese escenario, la automatización contribuirá a simplificar y optimizar procesos en varias áreas; una de ellas: la seguridad. Por ejemplo, en la gestión de parches y actualizaciones muchas políticas corporativas determinan que se prueben a fondo. Sin embargo, este proceso puede llevarle semanas al departamento de TI. A partir de la implementación automatizada de parches se generará un proceso más fluido donde la infraestructura se actualizará constantemente.
La IA que imaginamos vs. la IA real
Es casi imposible pensar en IA sin que nuestra mente nos lleve directo a la ciencia ficción. Sin embargo, si le sacamos el toque de Steven Spielberg aparecen usos de la IA en los contextos corporativos que no por ser menos fantásticos son menos importantes. En 2022, la IA será capaz de ayudar a resolver estas necesidades:
- Detectar el aumento de personas malintencionadas dentro de la fuerza de trabajo y la cadena de suministro
- Identificar errores de configuración de seguridad en aplicaciones, redes y servicios en la nube
- Búsqueda activa de oportunidades para aumentar la resistencia cibernética
- Determinar la eficacia del comportamiento de la cartera de ciberseguridad
- Realización de pruebas de penetración continuas, especialmente con dependencias de API complejas
- Definir las raíces de la confianza, las cadenas de confianza y las relaciones de confianza para la tecnología y los procesos
- Evaluar la experiencia para determinar el equilibrio óptimo entre seguridad, productividad y coste
El camino hacia la confianza digital
La confianza debe ganarse y demostrarse constantemente, y no, no estoy hablando de las relaciones interpersonales sino de la seguridad corporativa. En 2021 comenzó a instalarse con más fuerza el concepto de Zero Trust, una arquitectura que evalúa constantemente la confianza en cada punto de contacto garantizando que el perímetro de seguridad se encuentre siempre íntegro. Esta confianza debe ser instalada cuidadosamente, medida y verificada para que sea proporcional al riesgo. Y será un impulsor clave de la transformación digital de la confianza, acelerando el camino hacia la expresión, el consumo y la codificación de la confianza en toda la organización.