Por Darío Mojica, experto en innovación de Motorola Solutions
De acuerdo con la firma consultora PwC, el proceso de digitalización en la industria manufacturera mundial espera en 2025 una reducción de costos mayor a los 420.000 millones de dólares, así como un incremento en ingresos anuales de 493.000 millones de dólares. Esto nos permite ver que se proyecta como una industria cada vez más eficiente y rentable, y en ese camino la adopción de tecnologías de punta será clave para que la digitalización del sector se consolide y entregue más fábricas inteligentes, en donde la seguridad deberá ser prioritaria.
Debido al impacto que tuvo la pandemia en Latinoamérica, varias empresas se vieron en la necesidad de afrontar nuevos retos e incluso tuvieron que reinventarse para mantenerse competitivas. Industrias como la manufacturera en donde la presencialidad era vital debieron encontrar nuevas maneras de trabajar con equipos remotos, además de lidiar con la escasez de insumos y otros retos como las crecientes amenazas en materia de seguridad, consecuencia en gran parte del desempleo y el efecto negativo económico en la economía. La aceleración se dio y la tecnología vino a acercar lo que se veía tan lejano, el concepto de fábrica del futuro segura.
“La Fábrica Segura” surge para re imaginar todo el potencial de la tecnología y aplicarlo de forma inteligente, a partir de la adopción de un ecosistema ‘integrado’ que permita que los diferentes actores de la cadena de suministro (socios, proveedores, clientes, operarios) se mantengan conectados, a través de un flujo de información en tiempo real, que brinde análisis y, finalmente, facilite una rápida toma de decisiones.
En el caso de la industria manufacturera, el mayor desafío de la integración consiste en la variedad de sistemas y tecnologías utilizados en la operación. Radios que no se comunican con teléfonos móviles, imágenes que no se pueden compartir entre diferentes dispositivos, redes opuestas, fallas de conectividad, extensos tiempos de análisis y, en consecuencia, largos tiempos de respuesta lo que conlleva a situaciones casi siempre críticas. La información debe fluir donde se necesita y en tiempo real para que la cadena no se detenga.
Afortunadamente, la pandemia no detuvo la innovación y lo que antes era un obstáculo se ha convertido en un puente. A través de la solución Radio Alert los radios digitales hoy pueden interoperar con soluciones de video, haciendo posible un ecosistema de tecnología realmente integrado que permite reconocer eventos importantes, anticipar acciones y ayudar a prevenir situaciones antes de que sucedan.
Con la pandemia, una herramienta tan esencial en el entorno industrial como los radios han dejado en evidencia su relevancia, pues más allá de permitir una comunicación segura cuentan con funcionalidades como la opción de Hombre accidentado (man down) para alertar sobre un operario accidentado o en peligro.
Por su parte, las soluciones inteligentes de vídeo se han vuelto aún más necesarias, con nuevas capacidades para detectar aglomeraciones y altas temperaturas corporales, por ejemplo. De modo que, si una cámara realiza una detección, tiene que haber medios de análisis que combinen esos datos, medios que reporten la información ya procesada de forma inteligente y medios que actúen para notificar a los equipos y solucionar el problema, si es que lo hay. En otras palabras, todo tiene que estar bien coordinado.
Dentro de las funcionalidades que ofrece el video y su análisis para garantizar entornos más seguros está la detección de objetos y personas en áreas que involucran alto riesgo, a través de alarmas oportunas. También es posible el control de aforo y distanciamiento social mediante los estadísticos de la plataforma ACS que permitan detectar zonas al interior del área de producción donde es necesario tomar medidas correctivas relacionadas con la bioseguridad, haciendo posible que la operación se mantenga productiva sin interrupción.
La integración de las tecnologías también aporta beneficios predictivos, lo que significa una mayor seguridad para garantizar que se gestionen de manera rápida los problemas, desde los más sencillos hasta los más complejos, antes de que se conviertan en incidentes. También las alertas y monitoreo de las máquinas de producción se pueden integrar al sistema automáticamente.
La combinación de la interoperabilidad de los sistemas y las redes, la integración de dispositivos de voz, soluciones de vídeo y analítica y un software de centro de comando y control han creado un ecosistema capaz de satisfacer las necesidades del sector de la manufactura en su totalidad. Soluciones-radio y video- capaces de operar en zonas de alto riesgo dentro de las plantas, como ambientes explosivos. Todo esto genera una mejor experiencia dentro de la fábrica que se traduce en una operación eficiente, logística confiable, mayor seguridad y protección para todo el personal en la cadena de valor.
Ahora más que nunca, es necesario llevar la industria manufacturera a otro nivel, maximizar los recursos para que toda la cadena de valor, integrando producción, distribución y transporte esté conectada 24/7. El ecosistema de tecnologías bajo el concepto de “Fábricas Seguras” proporciona la seguridad física y la eficiencia operativa necesarias para garantizar una operación de calidad. Aplicar este concepto hoy es posible, es cuestión de atender el llamado y estar mejor preparados para la siguiente emergencia.