Por Karín Cárdenas – Business Account Manager de D-Link
Las brechas de desigualdad de género en el área tecnológica siguen siendo evidentes en el día a día. Para el 2019, la Unión Europea señaló que el 45% de los empleos estarán relacionados con el entorno digital, lo cual se aceleró aún más debido a la llegada de la pandemia. Esto hizo que la demanda de profesionales de la industria de tecnologías de la información (TI) continúe creciendo con mayor rapidez. Sin embargo, la participación femenina en el sector de ciencia y tecnología, a nivel Latinoamérica, es una de las más bajas, donde solo el 31% de investigadores del área son mujeres, según Concytec.
Debido a la transformación digital en las organizaciones y el desarrollo de nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas (IOT), sumado a la alta demanda de servicios digitales, se genera una importante oportunidad para lograr mejoras en el área tecnológica. Existen, entonces, en el día a día, diversos cambios en las organizaciones, que requieren de un personal mucho más capacitado y que fomenta la participación, a mayor escala, de más mujeres en el rubro.
Actualmente, este grupo representa casi el 50% de la población mundial, por lo que las empresas del rubro de TI deben considerar sus importantes aportes en la industria, más aún cuando esta área de negocio tiene el sesgo natural de la sociedad en la que se impulsa, mayoritariamente, la participación del público masculino. Sin embargo, es vital que como empresas dedicadas al sector, se fomenta una mayor y mejor formación profesional desde los centros de formación o universidades, realizándose los esfuerzos necesarios para tener mayor presencia del grupo femenino en el mercado.
Incluso, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pandemia ocasionó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en América Latina. Por lo mismo, la industria tecnológica debe comprometerse a abrir las puertas para permitir una real integración de las mujeres, que por tanto tiempo han sido excluidas del mercado laboral, sobre todo en ciencias de la tecnología. Esta incorporación, es fundamental para pensar en nuevas soluciones y formas de innovar.
Finalmente, es requerimiento y responsabilidad de las organizaciones contar con personal capacitado, que tenga las habilidades y experiencias necesarias para desempeñar las tareas que se requieran. Pero, también se requiere tomar conciencia sobre igualdad de género, para impulsar y dar espacio a importantes cambios en búsqueda de una mayor de participación de mujeres en el sector TI, quienes representan una oportunidad y necesidad que sería enriquecedora para las organizaciones.