El metaverso ganó el centro del escenario: este nuevo universo virtual e inmersivo que redefine la manera en que las personas interactúan, se entretienen y trabajan, implica también nuevos desafíos para las organizaciones. El llamado “metaverso industrial” o “metaverso de negocios” promueve nuevos espacios para lanzar productos, realizar eventos con clientes, hacer demostraciones a distancia, exponer nuevas experiencias para los consumidores o impulsar la colaboración entre los miembros del equipo, entre otros numerosos casos de uso.
No existen límites: la combinación de tecnologías 3D, realidad virtual y realidad aumentada, big data, computación de alto rendimiento e inteligencia artificial permite simular cualquier situación o construir gemelos digitales, es decir, reproducciones de elementos de la realidad (desde una máquina hasta una fábrica, desde una red eléctrica hasta un recorrido de ferrocarril y desde un edificio hasta una ciudad entera) para hacer pruebas o cambios de situaciones hipotéticas con muy bajo costo, sin demoras y sin riesgos de disrupción. Así, aquellos elementos que tienen éxito luego se pueden implementar en la realidad. Por ejemplo, un equipo técnico que debe probar el motor de un automóvil ante diferentes circunstancias puede sentir la aceleración, la velocidad, los ruidos y muchas otras variables.
La columna vertebral para el funcionamiento del metaverso desde el punto de vista de la tecnología es internet: puede estar hosteado tanto en la nube como en el borde. Para entregar la mejor experiencia, la conectividad debe proveer altos niveles de ancho de banda y la mínima latencia.
Es que el procesamiento y la transferencia de una enorme cantidad de datos en tiempo real y la velocidad de respuesta son claves: se trata de entornos multiusuario en los cuales todos los avatares (o usuarios) deben ver la misma realidad. Las acciones de cada uno de ellos -un movimiento, algo que dice, un elemento que muestra o comparte- impactan sobre todos los demás. Una demora de apenas un segundo puede “romper» la sensación de realidad de este universo alternativo.
“El servicio de infraestructura de redes que respalde a los metaversos debe estar altamente interconectado para minimizar la latencia, proveer propuestas de borde para acercar el procesamiento al lugar en que se producen los hechos y brindar el máximo ancho de banda para soportar experiencias inmersivas y complejas con la máxima calidad”, sostiene Alejandro Girardotti, Director Regional de Conectividad y Contenido de Lumen LATAM.
La Plataforma Lumen combina una red de fibra óptica para vincular diferentes nubes -tanto públicas como privadas, el edge y los extremos-, servicios gestionados de extremo a extremo y una capacidad de procesamiento de baja latencia para cualquier tipo de aplicación que, en conjunto, garantizan los niveles de desempeño, flexibilidad, agilidad y seguridad que requiere el metaverso.