Tras la orden ejecutiva del presidente estadounidense, Joe Biden, que buscaba investigar más sobre los activos digitales, recientemente, un documento publicado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos mostró que la creación de una CBDC propia requiere un estudio más en profundidad.
Con una popularidad que escaló rápidamente en distintos países de la región y el mundo, las CBDC, también conocidas como monedas digitales emitidas por bancos centrales, están siendo analizadas por diversas entidades gubernamentales, como el Banco Central de Chile, para resolver si es viable su creación con miras a la digitalización que está viviendo la economía a nivel global.
“En un contexto de mayor adopción de criptomonedas y criptoactivos, así como de aplicaciones orientadas a descentralizar las finanzas, los estudios sobre las monedas digitales emitidas por bancos centrales serán de gran utilidad para determinar el rol de la política monetaria en un sistema financiero internacional en constante evolución”, indicó Carlos Eduardo Bernos, Country Manager de Buda.com en Perú.
Si bien una CBDC es básicamente la versión digital del dinero fiat (es decir, una moneda local emitida por los bancos centrales, como los soles o los dólares), actualmente ya existen en el mercado criptomonedas que buscan cumplir roles muy similares a lo que apuntan las CBDC. Entonces cabe plantearse la pregunta: ¿cuál sería el rol que cumpliría una CBDC y cómo se diferencia de las criptomonedas estables ya existentes, como USDC?
A diferencia de las CBDC, una stablecoin es un tipo de criptomoneda emitida de manera privada, que puede estar respaldada en un activo como el dólar. De esta manera, al ser un punto medio entre las monedas tradicionales y digitales, aprovecha las virtudes de ambas. Los dos principales son los siguientes:
- Blockchain: la tecnología heredada de criptomonedas como Bitcoin, que permite que cada transacción tenga un alto de nivel de seguridad, trazabilidad y que además admite transacciones rápidas y de bajos costos en todo el mundo.
- La estabilidad: que permite que los usuarios puedan utilizar fácilmente estos activos como método de pago, mecanismo de ahorro o refugio ante la inflación, sin estar expuestos a la volatilidad de corto plazo que afecta a otras criptomonedas.
Entonces, ¿son realmente útiles las CBDC?
De momento, países como Chile, Estados Unidos, Brasil u Honduras se encuentran en diversas etapas de investigación y observación de cómo una CBDC podría impactar (ya sea de manera positiva o negativa) en el ecosistema de pagos de sus países. Sin embargo, aún se requiere de mayor evidencia empírica para llegar a conclusiones sobre su uso. Por otro lado, este tipo de dinero ya está siendo utilizado en países como Jamaica y Las Bahamas.
“Aun es muy pronto como para definir el rol que las CBDC tendrán. Será de suma importancia que las entidades gubernamentales responsables de su emisión definan un modelo a seguir que conlleve a la inclusión financiera, que facilite la digitalización y que finalmente respete la información respecto al uso de la misma por parte de la población”, finalizó Bernos.