El almacenamiento eficiente de las energías renovables es fundamental para la transición que se está viviendo hoy en día. Una transición de un sistema energético en el cual se usaban principalmente energías fósiles como el carbón, gas natural o uranio a un sistema basado en fuentes de energía renovables como el viento o el sol, puesto que, para salvar la Tierra, se debe mitigar la producción de los combustibles fósiles ya que esta actividad es la que más gases contaminantes emite a la atmosfera.
De acuerdo con Kristin Dietrich, Directora del Máster en Energías Renovables de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, muchos países del mundo ya han empezado a implementar acciones para almacenar la energía renovable y América Latina no se queda atrás “A finales de 2021 ya había casi 246 GW de capacidad instalada de energías renovables en América del Sur y más de 17GW en América Central y el Caribe. Una gran parte de esto, son instalaciones de energía hidráulica ya que América Latina cuenta con muchos de estos recursos”.
Debido al gran potencial hidráulico que se lleva aprovechando desde hace décadas, muchos países latinoamericanos tienen una situación inicial con una parte importante renovable. Aun así, está creciendo la proporción de las “nuevas” energías renovables, como la solar y eólica. Adicional a esto, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo: Chile, México, Brasil y Argentina son los países que han hecho más esfuerzos para transitar a las energías limpias y renovables.
Chile, por ejemplo, desde la proclamación de la Ley de Energías Renovables No Convencionales de 2008, ha aumentado su capacidad solar de casi cero en 2008, a más de 11,4GW en 2021, es decir el 36,7%. Igualmente, otros países de Latam, también cuentan con avances significativos, ya que según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Ecuador se encuentra en proceso de desarrollar planes de movilidad sostenible con el fin de reducir emisiones en el medio ambiente y Colombia se destaca por tener un mayor avance en materia de movilidad sostenible, convirtiéndose en uno de los países de América Latina que contará en 2022 con la mayor flota de vehículos eléctricos de la región según el Ministerio de Transporte de este país.
Ahora bien, ¿Cómo se puede almacenar la energía de manera eficiente? La experta de la Universidad Internacional de Valencia explica cómo se puede hacer:
Primero que todo, hay que entender que una gran parte de las adiciones de energías renovables son instalaciones de energía eólica y energía solar fotovoltaica. Ambos recursos son intermitentes, es decir son variables en su producción e inciertos en su previsión.
Para la experta, la incertidumbre relacionada con la producción de energía es debido a que no son del todo previsibles, aunque los modelos de previsión están mejorando mucho. Para hacer esta energía más manejable, una pieza clave en la transición energética es la existencia de capacidad de almacenamiento. Es decir, llenar un almacenamiento en tiempos cuándo hay producción de electricidad y utilizar esta energía eléctrica almacenada en tiempo cuándo no hay producción o la que hay no es suficiente.
Estos almacenamientos son piezas clave para poder integrar las energías renovables intermitentes en los sistemas eléctricos de los países. Y se necesitan tanto a gran y pequeña escala. “Así entonces, el almacenamiento de energía permite que podamos disponer de energía aun cuando las condiciones no sean las más optimas. También, posibilita una mejor integración, aprovechamiento de las energías renovables y promete impulsar con más fuerza la transición energética que es tan necesaria”. Aclara Dietrich.