Según el estudio Global Consumer Survey de Statista, en el 2021 los hogares latinoamericanos invirtieron un promedio USD$216,45 en dispositivos inteligentes, en donde destacan productos de conectividad con USD$110 y seguridad con USD$84,44. Además, se estima que para el año 2025, la cantidad de productos vendidos aumente en un 6,58%. Lo que demuestra un interés por convertir sus hogares en “inteligentes”.
“Los smart Homes o Casas Inteligentes son viviendas que incorporan una variedad de tecnologías para controlar sistemas como cámaras de videovigilancia, cerradura de las puertas, energía o comunicaciones. La idea es poder automatizar la mayor cantidad de actividades para poder darle a los usuarios un hogar más conectado, agradable y sobre todo cómodo”, explica el especialista Carlo Choque, Territory Manager de Nexxt Home Solutions en Perú y Bolivia.
Esta automatización de los sistemas del hogar se suele dar por medio de la conexión de los dispositivos a la red inalámbrica y, dependiendo de la empresa que los fabrica y sus características, pueden ser controlados desde un smartphone o solo por la voz.
De acuerdo con Choque “esta conexión de dispositivos a la red Wifi permite que sean controlados en cualquier momento y desde cualquier lugar para mayor tranquilidad de sus usuarios. Un ejemplo sería tener la posibilidad de ver si uno dejó algún aparato encendido o revisar las cámaras de su hogar desde su propio celular, desde el lugar donde se encuentre (…) En Nexxt Solutions Connectivity nos hemos aliado con Microsoft Azure para facilitar la vida de nuestros clientes, así como para proteger su información personal. Adicionalmente, todos nuestros productos son compatibles con Google Assistant y Alexa de Amazon para su manejo”.
Un hogar inteligente tiene una serie de ventajas como mayor accesibilidad y control sobre todos los electrodomésticos, ya que funcionan bajo un mismo sistema operativo y pueden ser manejados desde cualquier punto. También ofrece una mayor seguridad a los usuarios, al poder monitorear todas las cerraduras, cámaras y alarmas en tiempo real para que uno sepa qué es lo que está pasando en su hogar en todo momento. Finalmente, contribuye a reducir el nivel de energía eléctrica que uno consume, pues muchos de los dispositivos se apagan automáticamente si es que no se encuentran en uso, haciéndolos más eficientes.