El trabajo y la educación son dos actividades que se han transformado radicalmente a raíz de la pandemia, de un modelo remoto en la mayoría de los casos a uno híbrido que combina la presencia física con la virtual; y que continuarán evolucionando en el futuro, al igual que las fuerzas que los impulsan como la conectividad, la seguridad, la nube, la analítica, entre otros, y que seguirán modificándose y afianzándose este año.
“Si bien las personas y empresas llegaron al 2023 mucho más conscientes de que sus expectativas deben estar mejor fundamentadas ante las condiciones imperantes, también deben ser lo suficientemente resilientes para afrontar los cambios o alteraciones que surjan en el camino” señaló Blanca González, Gerente de Educación en SAS Latinoamérica.
De acuerdo con un estudio de WeWork, el 81% de los empleados en América Latina considera que el trabajo híbrido es el modelo ideal para desempeñar sus labores. A su vez, en Perú, según DNA Human Capital, el 73% de empresas implementaron esta forma de trabajar no solo para la continuidad operativa de las empresas sino para la productividad, flexibilidad y cercanía de sus colaboradores.
En tanto, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coinciden en que la educación híbrida debe perfeccionarse y mantenerse una vez que se comienzan a normalizar las clases en todos los niveles educativos. Para la permanencia de esta modalidad se requiere de destrezas digitales relacionadas con lo cognitivo, procedimientos y actitud. En el caso de Perú, la llegada de la pandemia generó un reto para las instituciones educativas en su transformación digital, si bien no estaban totalmente preparadas para modificar su método de enseñanza de manera remota, en la actualidad se ha evolucionado mucho apoyados en la tecnología, las soluciones digitales y la inteligencia artificial.
Las tendencias para el futuro en el ámbito laboral y educación
El trabajo híbrido seguirá ocupando un lugar relevante en las empresas que buscan estructurar la estrategia correcta que integre una cultura de trabajo híbrido y que, al mismo tiempo, se enfoque en la experiencia de los empleados.
“Escuchar atentamente la retroalimentación de los empleados para encontrar el equilibrio adecuado entre la colaboración presencial, la inclusión, la flexibilidad y su vida laboral y personal será clave para su éxito y la satisfacción” precisó González.
Además, según la experta, con la ayuda del equipo de Recursos Humanos y el de Analítica, las empresas podrán entender los datos de su personal y utilizar esta tecnología para crear planes para su fuerza laboral.
“Las empresas requieren de datos para conocer con qué habilidades cuentan entre sus colaboradores, qué se necesita para impulsar las iniciativas empresariales y dónde mejorar para enriquecer sus estrategias de aprendizaje y desarrollo. Se necesitarán datos para contratar al mejor talento y determinar las políticas de compensación y retención efectivas”, especificó.
Finalmente, garantizar la diversidad, la equidad y la inclusión será parte de la estrategia de negocios de una empresa.
“Se sabe que los empleados y candidatos aspiran a laborar en una cultura que les dé un sentido de pertenencia y que, al mismo tiempo, impulse, dé seguimiento y mida los resultados para provocar un cambio importante en todas las áreas del negocio”, dijo Blanca González
En cuanto a la educación, precisó que este sector tiene un potencial mucho mayor para beneficiarse de la tecnología y la analítica. En este sentido, las previsiones apuntan hacia cuatro predicciones:
La primera señala que la analítica puede ayudar a identificar con precisión la oferta y la demanda de personal académico, apoyar iniciativas para diversificar la planilla de profesores y prever las necesidades de fuerza laboral futuras.
Por otro lado, cuando se utiliza en los niveles de educación básica y superior, la analítica puede ser de gran ayuda en la capacitación, preparación, reclutamiento y retención de candidatos a impartir educación de alta calidad.
En tercer lugar, según la experta, se prevé que en 2023 haya una integración más estrecha entre las universidades donde se forman los profesores y las instituciones de educación básica y media a las que sirven; esto como resultado de una mayor integración y análisis de datos. Los académicos se graduarán con un amplio conocimiento de las mejores prácticas educativas.
Por último, las universidades de investigación deben lidiar constantemente con datos aislados, obstáculos para colaborar, amenazas a la privacidad de los datos y conjuntos de datos masivos que requieren de una exhaustiva gestión manual.
“Este año se espera que más universidades de investigación empleen estrategias sólidas de gestión y análisis de datos para reunirlos en una sola plataforma, promover la colaboración, disfrutar de velocidades de cómputo más rápidas en un entorno seguro, lo que lleva a una mayor financiación e innovación”, finalizó.